AFP / Federico Parra
Dos victorias internacionales para el fútbol venezolano y un par de arqueros a la cabeza de importante cuota de nuevos valores
La del miércoles fue una noche especial para el fútbol venezolano, que logró algo pocas veces visto: dos victorias de clubes en partidos internacionales, al ganar Anzoátegui (como local), y Atlético Venezuela, sus compromisos iniciales de la Copa Suramericana frente al argentino Huracán y el chileno Palestino. Dos victorias legítimas que, además, contaron con el concurso de nutrida representación de la sangre nueva que refuerza la disciplina, al frente dos arqueros ya con suficiente calidad para prolongar una tradición de larga data.
Desde 1984 (entonces Portuguesa y ULA-Mérida ante rivales peruanos en Copa Libertadores), según apunta el historiador del fútbol Eliézer Pérez –no hallamos otros registros- no se producía una doble victoria internacional.
A los orientales les bastaron 20 minutos para conseguir, por intermedio de Charlis Ortiz, Ricardo Martins y Néstor Canelón, los 3 goles que desinflaron el “Globo” bonaerense. El segundo de penal, pero los tres reflejando el buen desempeño colectivo, que mantendría la ventaja –pudo aumentarla, perdió por lo menos dos oportunidades claras- sin dejarse agobiar en el área y con la actuación sobresaliente de Beycker Velásquez, joven portero de 20 años que –siempre solvente- saco varias situaciones de peligro, desalentando con su seguridad los empeños visitantes. Buen manejo de la ventaja, manejando el esférico y contragolpeando con profundidad, el 3-0 no deja dudas.
En cuanto al Atlético Venezuela, su debut internacional no pudo ser mejor. Desde el primer tiempo se plantó de igual a igual y consiguió el tanto de la diferencia por intermedio de Jonathan Herrera, a los 64 minutos. Antes y después maniobró con solvencia, con las precauciones del caso por su calidad de visitante, pero siempre con disposición para buscar el marco ante un adversario que pecó por exceso de horizontalidad ante la imposibilidad de conseguir brechas en la defensa. Cuando se produjeron, respondió con seguridad el guardameta Jesús Briceño, otro miembro renovador de una posición que ha tenido notables cultores en el país y que tiene a Wuilker Faríñez, el portero de la Sub-20 y del Caracas, como realidad establecida.
Al margen de lo que significan los dos triunfos, hay un detalle significativo que apuntaba ayer Ignacio Benedetti, uno de los críticos más agudos del fútbol venezolano. En el caso de Anzoátegui están Velázquez (20 años), Rubén Ramírez (21), Gilber Guerra (23), David Centeno (24), Yohán Cumana (20) y Rubén Rojas (24), en el de Atlético Venezuela, Briceño (18), Andrés Maldonado, Anthony Graterol (22), David Barreto (19), Dimas Meza y José Sojo (22), seis jóvenes de cada equipo que marcan la fuerza renovadora.
Sin dudas, una noche para soñar.
Armando Naranjo / donarmandonaranjo@gmail.com /= @DonArmandoN