Las fuerzas iraquíes retomaron este miércoles cerca de la ciudad norteña de Mosul una cárcel donde el grupo Estado Islámico (EI) ejecutó presuntamente a cientos de personas y encerró a mujeres de la minoría yazidí.
Fueron los combatientes de la novena división blindada y un grupo paramilitar quienes reconquistaron la prisión de Badush, situada al noroeste de la ciudad, indicó el ejército, que no precisó si seguía habiendo presos en su interior.
Según la oenegé Human Rights Watch, los yihadistas del EI ejecutaron en junio de 2014 a 600 detenidos, en su mayoría chiitas, en esa cárcel. Obligaron a algunas de sus víctimas a arrodillarse cerca de un barranco antes de empujarlas al vacío y quemaron a otras.
Una diputada yazidí, Vian Dakhil, denunció asimismo que el EI retenía en esa cárcel a más de 500 personas de esa minoría religiosa a la que consideran como herética.
Entretanto, las tropas iraquíes desminaban los barrios del oeste de Mosul arrebatados en los últimos días al EI, antes de retomar su avance hacia el casco viejo de la ciudad.
«Nos hemos centrado en la consolidación de las zonas liberadas y el desminado» de las bombas disimuladas en algunas casas, explicó el coronel Abdel Amir al Mohamedawi, de las Fuerzas de Intervención Rápida, la unidad de élite del ministerio del Interior.
Para Al Mohamedawi, la reconquista de esa zona es una etapa muy importante hacia la liberación del casco viejo.
«Se han levantado muros y barreras para proteger las fuerzas, que comenzaron operaciones para desalojar a los últimos combatientes del EI en las zonas de Al Dawasa, Al Danadan y Al Agaidat», indicó el teniente Raed Shakir Jawdat, comandante de la policía federal.
AFP