¿Alguna vez te has despertado sin poder hablar o moverte? Los especialistas señalan a esta condición como parálisis del sueño. A pesar de ser un problema benigno, resulta insoportable para más de uno.
Este estado puede incluso llegar a producir alucinaciones. Además, quienes lo sufren han asegurado sentir asfixia y disminución de la frecuencia cardiaca.
El psicólogo y psicoterapeuta Luis Venegas, da algunos pasos para superar con éxito esta condición:
Aprende a reconocer los síntomas. La parálisis del sueño puede afectar a la gente de diferente forma. Los síntomas serán más fáciles de sobrellevar si sabes a lo que te vas a enfrentar.
Busca la experiencia de otras personas. Es mucho más sencillo lidiar con este suceso si sabes que no eres la única persona que ha tenido que pasar por él. También considera hablar con un doctor, existen ciertos procedimientos que pueden ayudar en estos casos.
Determina la causa . Esta condición puede ser provocada por diversos motivos. Identificar específicamente qué es lo que te provoca un episodio, reducirá tus posibilidades de tener uno. Investigaciones concuerdan que una de las principales causas es la posición en la que una persona duerme: con la espalda hacia abajo y mirando hacia arriba. Otras veces puede ser provocada por elementos sobre los que no se tiene control, como el estrés.
Registra el problema . Trata de llevar un control de los episodios, registra también tu experiencia, la posición en la que dormías y tu estado emocional antes y después de cada uno. Esta información puede ser de bastante utilidad, especialmente si visitas a un médico especialista.
Duerme regularmente. Los patrones de sueños pueden tener un efecto drástico en estos episodios. Trata de mantener un horario de sueño regular y descansar todo lo que necesites para reducir posibilidades.
Solo relájate. Aunque puede ser realmente intimidante e ir acompañado de alucinaciones, algunas personas solo experimentan la sensación de estar paralizados. Si te concentras en tratar de moverte puedes agilizar este proceso: primero desde la punta de los pies, hasta llegar a la cabeza.