Robert Pattinson consigue por fin hacer olvidar la saga “Twilight” (“Crepúsculo”) con una espectacular interpretación en “Good Time”, una película en la que se transformó tanto que nadie le reconoció durante el rodaje, que se desarrolló por las calles de Nueva York.
“Iba por la calle, con una cámara rodando a mi lado y la gente hacia como que no se daba cuenta. Nadie me reconoció y ni siquiera me tomaron una foto con el teléfono”, recordó hoy el actor británico en una rueda de prensa en Cannes, donde el filme, dirigido por los hermanos Jos y Benny Safdie, participa en la competición oficial.
Más de un año de trabajo le llevó a Pattinson meterse en la piel de Connie, un personaje muy diferente a todo lo que ha hecho hasta ahora. Alguien “amoral que no se interesa por nadie hasta que se ve entre la espada y la pared y se ve forzado a interesarse en algo, lo que supone una situación nueva para él”.
Una historia que se desarrolla en el barrio neoyorquino de Queens, donde Connie y su hermano Nik -interpretado por uno de los realizadores, Benny Safdie- cometen un atraco a un banco que sale mal.
Nik es detenido por la policía y ahí empieza una vertiginosa noche en la que Connie intenta por todos los medios hacer que su hermano salga libre.
Un recorrido por las calles nocturnas de Nueva York grabado de forma muy realista, con un equipo mínimo rodando cada escena mientras los directores iban dando las indicaciones, a distancia, mediante mensajes telefónicos.
Sistema ante el que el actor se mostró un tanto reticente al inicio ya que no quería que el rodaje se llenara de paparazzi o de gente que se parara a mirar, algo que para su sorpresa no ocurrió.