
Una mezcla explosiva de falta de mantenimiento, improvisación, incapacidad y los daños causados por las fuertes lluvias de los últimos días han provocado que más de la mitad de la vialidad en el municipio Guaicaipuro estén colapsadas o con grave deterioro.
Para el dirigente de la Unidad, Sergio Graffe, lo que procede en estos casos es que el alcalde Garcés declare su emergencia para diseñar un plan en conjunto con el gobierno central para una rápida recuperación y mantenimiento porque la competencia es de ambos niveles de gobierno.
Recordó que mediante un decreto presidencial publicado en la Gaceta Oficial 39.200, de fecha 15 de julio del 2009, el Gobierno Nacional revirtió las competencias de las gobernaciones al poder central de toda la vialidad nacional y agrícola.
“Por tanto toda la Panamericana, la carretera vieja y las vías que comunican a las parroquias foráneas con Los Teques o entre ellas es responsabilidad exclusiva del Gobierno Nacional; y el artículo 56 de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal establece que la vialidad urbana es una de las competencia propias de los municipios; lo que implica que la gobernación de Miranda no tiene atribuciones de vialidad, con la excepción de algunas que les fueron devueltas como la que va de Carrizal hasta la Cortada de Maturín”, reseñó.
Desde hace un tiempo considerable he realizado un diagnóstico sobre el estado de la vialidad en el municipio y pude constatar que los principales problemas son el deterioro progresivo por falta de mantenimiento de las calles en los sectores populares, las urbanizaciones alejadas del centro de Los Teques y de las zonas industriales Los Cerritos y El Tambor en Los Teques y La Cumaca, en Paracotos; lugares por donde nunca ha pasado “la feria del asfalto” que ejecuta el alcalde Garcés cada año, pero que donde sí la ha aplicado a los tres meses desparece el material o se deteriora por la mala calidad de los trabajo.
21 fallas de borde
Otro grave problema es el de las fallas de bordes en vías como la que comunica a la parroquia Cecilio Acosta debido a que entre el tramo que va desde Quebrada Honda, en la frontera con los municipios Los Salias y Carrizal, hasta la Cortada del Guayabo hay 21 grandes fallas que están a punto de dejar incomunicados a los habitantes de esos sectores.
Graffe asegura que el caso de la avenida Víctor Baptista es el más dramático porque desde la estación Alí Primera del Metro hasta el pueblo de San Pedro de los Altos, existen 16 gigantescas rupturas de la vía que amenazan con generar accidentes y el colapso total en poco tiempo. La mayor es la que está a la entrada del sector Ramo Verde, que ya ocupó un canal de la avenida y podría causar accidentes fatales.
El caso de la vialidad agrícola es igualmente deplorable, asegura que en parroquias como Altagracia de la Montaña, Tácata o El Jarillo han impactado negativamente en la economía de esas zonas por la imposibilidad de que los productores puedan sacar sus cosechas al mercado de Coche; y en la inseguridad de los ciudadanos porque los delincuentes asaltan y roban cuando se disminuye la velocidad por la cantidad de troneras que existen en todas esas parroquias.
La cantidad de derrumbes y árboles caídos por efecto de las lluvias también es de preocupación porque en la entrada de Paracotos hay uno inmenso que cerró por un tiempo la entrada al pueblo; igual que en el trayecto que va de la Cortada de Maturín hasta la del Guayabo, en Cecilio Acosta; pero lo que está pasando en la carretera Panamericana es de mayores proporciones debido a que desde Los Teques a Los Límites con Tejerías hay 23 derrumbes (5 grandes, 8 medianos y 10 menores); y de allí hasta el final de la carretera hay otros 13, para un total de 36.
“Lo más insólito es que ante la gravedad de esta situación no se observa la actuación del gobierno central en las vías nacionales ni de la alcaldía en lo referente a la vialidad urbana, con excepción de una intervención de una sola falla de borde en la avenida Víctor Baptista; y la única actividad que ha permitido en paso en el caso de cierres completos del tránsito por derrumbes es el de vecinos voluntarios que piden colaboración para hacer un trabajo que le corresponde al gobierno nacional o al alcalde Garcés, quién tiene equivocadas las prioridades porque en vez de realizar una inversión importante en el mantenimiento y recuperación de la vialidad destinó gran cantidad de recursos en la rehabilitación de la avenida Independencia, el Bulevar Bermúdez y la Bajada del El Tambor (avenida Pedro Russo Ferrer), obras que no eran necesarias porque estaban en buen estado pero que han generado más problemas que soluciones y ya van para dos años y no las ha terminado.

Daniel Murolo
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