El 11 de agosto de 1957, el súper atleta tequeño Luis “Hueso” Navarro, implantó una marca en el baloncesto, que el tiempo ha confirmado que será imposible de derribar. Permanecerá intacta durante siglos.
Fue en el Campeonato Nacional del entonces Distrito Federal, disputado en el Nuevo Circo de Caracas, cuando la poderosa selección de Miranda se impuso 109-92 a la representación del Estado Nueva Esparta.
La gris y amarillo ya no tenía chance de alcanzar la medalla de oro en la modalidad por equipos, pero sí de llevarse el champion cestas. Fue por eso que pocos minutos antes de iniciarse la batalla, todos los integrantes del equipo acuerdan pasársela al “Hueso”, para que se corone como el mejor encestador.
Navarro no pierde esa oportunidad, y corre más duro que nunca, para convertir 107 puntos. Los otros 2 de nuestro quinteto los anotó el también tequeño Domingo “Amanezco” Terán. Ambos, lamentablemente, ya no están físicamente con nosotros.
Han pasado 60 años, y a pesar de los intentos, nadie la ha podido igualar.
Ni en la NBA han logrado superar la hazaña del “Hueso”. Una vez lo intentaron, con Wilton Chamberlain, de los Philadelphia Warriors, en partido contra los New York Knicks, disputado el 2 de marzo de 1962.
Pero “Wilt” solo pudo marcar 100, a pesar de que todos sus compañeros le pasaron el balón, igualito que en Caracas lo hicieron con el «Hueso”.
Arturo Argotte