La poderosa selección de Lagunetica se impuso 7-1 al quinteto de San Pedro de los Altos B, en choque categoría infantil C, correspondiente al Torneo Parroquial de Fútbol Sala Copa Luis Eulacio 2017.
Géremi Gutiérrez voló en la casa de los sampedreños, la cancha techada, frente a la Plaza Bolívar, y con sendas gambetas logró deshacerse de la marcación hasta colocarse cerquita para reventar, en tres oportunidades, la malla protegida por Stalin Pérez. Los otros tantos los anidaron Frederick Ríos 2, y Jesse González 2. Como guardameta se lució Edgar Rebling. Descontó, David Ríos.
En las semifinales categoría pre infantil B, San Pedro A (Todos Abraham Salazar – Portero, Iván Avilán) y Los Alpes, (Ángel Gaspar 2, Félix Hernández. Arquero, Elián Reyes) igualaron a 3.
Solo instantes después, desde los tiros de penal, los anfitriones dominaron 1-0. Fue con disparo de Abraham Salazar.
Y San Diego de los Altos (David Zaragoza, William Villarreal. Guardameta, Isael Perdomo) igualó a 2 con Santa Eduvigis (Cristhian Padrino. Arquero, Andy Araque). Pero en los penales dominaron los sandiegueños, 2-0, gracias a golazos de Johan Andara y Yorman Bucare.
En los cuartos de final categoría infantil A, Santa Eduvigis venció 5 (Félix Hernández 2, Jefrán Malavé, Franyer Malavé, y Dilan Uzcátegui – Portero, Wilkeman Suárez) – 3 a Los Lagos (Gredian Gaviria 2, y Ender Valera. Arquero, Leonardo Ledezma).
Seguidamente, San Diego de los Altos venció 6 (Jorgenis Revette 4, y Jorbin Alfonzo 2. Guardameta, Keny Abreu) – 1 a Andrés Bello (Joiner Velásquez. Portero, Alfredo Páez).
Y El Vigía (Enrique Barrera 2, Rowin Díaz. Arquero, Víctor Castillo) igualó a 3 con San Pedro (Juan Rodríguez, Manuel Fuentes, y Carlos Martínez. Guardameta, César Oviedo).
En los penales, los dueños de la casa mandaron 2-1, con cañonazos de Rowin Díaz y Jesús Padrino. Descontó, César Oviedo.
Como árbitros, laboraron los experimentados Robert Votta, Alberto Ferranti, y Jesús Rodríguez.
La contienda, es organizada por el destacado entrenador Jairo Votta, adscrito a la Alcaldía de Guaicaipuro.
Arturo Argotte