
Ya no saben qué hacer los vecinos de las zonas cercanas al kilómetro 24 de La Panamericana para que arreglen las fallas de alumbrado público que han convertido el sector en una cueva de lobos muy vulnerable a los delincuentes, en especial para los motorizados que aprovechan la oscuridad para robar.
La labor de alumbrado de la Panamericana, al igual que todo el mantenimiento, es responsabilidad del Instituto Nacional de Tránsito Terrestre (INTT); no obstante desde hace cuatro meses el tramo del kilómetro 24 de la Panamericana está a oscuras y la delincuencia ha aumentado.
Ángel Peña refirió que sale muy temprano a trabajar y se encuentra con una temible oscuridad que ha ocasionado que en los últimos tiempo los asaltos se produzcan con más frecuencia, ya que tampoco hay patrullaje policial y mucho menos de la Guardia Nacional; por eso la gran cantidad de transportistas que pasan por la zona son vulnerables a ser víctimas de un hecho delictivo.
Para Peña es muy importante colocar el alumbrado, apuntó que también han aumentado los casos de accidentes de tránsito, principalmente al llover; los conductores tienen inconvenientes con la visibilidad y han perdido el control del vehículo, por lo que insistió nuevamente en el llamado al INTT a alumbrar el kilómetro 24 de la Panamericana. BH/gf