“Vacías”, así estuvieron, según reportaron maestras de diferentes escuelas de los Altos Mirandinos, las loncheras de los pocos niños que este lunes regresaron a las aulas de clases tras el receso decembrino.
“Pocos niños asistieron hoy y los que sí vinieron lo hicieron sin merienda”, reseñaba la mañana de ayer Teresa Bravo, docente de una escuela ubicada en la capital mirandina, quien teme que la situación que enfrentaron en 2017 empeore en los próximas semanas.
“El año pasado los niños se nos desmayaban porque venían a clases sin desayunar”, explicó la docente, quien teme que la crisis que atraviesa el país impacte “aún más” en los más pequeños de la casa.
Lo difícil que resulta conseguir la harina precocida para las populares arepas y lo caro o escaso que están otros alimentos como el pan, se convierten en un sufrimiento cuando cualquier padre intenta prepararle la comida a sus chamos para la escuela.
En el pasado la lonchera era “armada” con una arepa de queso o jamón, acompañada con un jugo natural e incluso con alguna fruta, “hoy día la harina no se consigue o está carísima, sin hablar del precio del queso y el jamón, los jugos incomprable al igual que la frutas, incluso comprar una mano de cambur resulta costoso para quien no tiene altos ingresos”, reseñó Hilda Díaz, nutricionista.
Advierte lo peligroso que resulta enviar a los niños a clase sin desayunar o almorzar en el caso de que estudien en el turno de la tarde, “los niños suelen estar muy activo junto a sus compañeros, sino están bien nutridos entonces vienen los desmayos, sin contar que un pequeño con el estómago vacío no podrá prestar atención aun clase”, dijo.
Tanto en las escuelas de Carrizal como de Los Salias el panorama este lunes fue el mismo, ausentismo escolar y niños sin merienda, María Esperanza Marcano, maestra en San Antonio de los Altos asegura que la poca asistencia el primer día de clase es normal, pero admite que le preocupa el tema de la merienda de los chamos./DM
