El presidente de Chile, Sebastián Piñera, pidió este sábado a Venezuela que se reencuentre con el camino de la democracia y reclamó a ese Gobierno que reconozca la crisis humanitaria que atraviesa el país, una situación que “está condenando al hambre y la muerte” a muchos de sus ciudadanos. EFE
Piñera afirmó en Lima durante su intervención en el plenario de la VIII Cumbre de las Américas que la situación el país suramericano “no es solamente un problema para los venezolanos” sino también para quienes aman y se comprometen con la democracia.
“No hay independencia de poderes, respeto a los derechos humanos ni democracia, hay presos políticos”, sostuvo el mandatario chileno, quien denunció la falta de legitimidad de las elecciones presidenciales convocadas para mayo próximo por el chavismo.
El gobernante pidió a Venezuela que “se reencuentre con el camino de la democracia, los derechos humanos, el estado de derecho y las libertades”, así como que “reconozca la crisis humanitaria, que está causando un dolor gigantesco y condenando al hambre y la muerte” a muchos de sus ciudadanos.
Insistió, respecto a los próximos comicios en ese país, en que no son democráticos ni transparentes, pues “no cumplen los estándares mínimos de una sociedad verdaderamente democrática y ningún país que quiera la democracia debiera reconocer esas elecciones”.
“Ojalá ayudemos al pueblo venezolano a recuperar lo que le pertenece: su libertad, su progreso, su democracia y su calidad de vida”, agregó.
Venezuela no ha enviado a nadie a la Cumbre de las Américas, después de que el país anfitrión, Perú, decidiera retirarle al presidente Nicolás Maduro la invitación por la alteración del orden democrático en esa nación.
El foro continental es la primera cita internacional a la que acude Piñera desde que tomó posesión del cargo recientemente.
Por otro lado, y tras los bombardeos sobre Siria que ayer llevaron a cabo Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, Piñera condenó “con toda la fuerza y claridad el intento de utilizar, almacenar o producir armas químicas, que constituye un grave atentado a los derechos humanos”.
“Y muy especialmente como ocurrió en Siria, (donde) se usan para asesinar” al pueblo de ese país, espetó el líder chileno.
También lamentó la incapacidad de la comunidad internacional para “implementar mecanismos eficaces que impidan el uso de armas químicas contra seres humanos” y la instó a unirse para evitar una escalada de la violencia que dé aún más envergadura al conflicto.
Sobre el lema de esta VIII Cumbre de las Américas, centrada en la gobernabilidad frente a la corrupción, sostuvo que el narcotráfico, la corrupción y el populismo “son formidables enemigos de las libertades, las democracias y la calidad de vida” de los pueblos de la región.
A su juicio, la mejor forma de combatir la corrupción es mediante la transparencia, por lo que opinó necesario “hacer un esfuerzo para mejorarla”, tener “reglas claras, objetivas, no discrecionales y lo más estables posibles” y modernizar los estados para acercarlos a los ciudadanos.
“Son tres antídotos poderosos contra la corrupción”, apostilló.
Piñera hizo asimismo un llamado al progreso de Latinoamérica, que ha sido incapaz de derrotar “el subdesarrollo y la pobreza” pese a que en la región no han existido los problemas que han lastrado otros continentes, como guerras y conflictos étnicos y religiosos.
“Latinoamérica está en deuda con su tremendo potencial y esta cumbre puede ser gran inicio para que recuperemos el tiempo perdido”, aseveró, y advirtió de que para ello ya no basta con los antiguos pilares de la estabilidad democrática, la inclusión social y la economía integrada.
La clave, argumentó, está en “mejorar la calidad de la educación, invertir más en ciencia y tecnología, impulsar la innovación y el emprendimiento, modernizar los estados y desatar las fuerzas poderosas de la innovación y la creatividad (…)”, añadió.
