La incertidumbre que vivieron los ciudadanos venezolanos para ingresar desde Colombia en Ecuador tras requerimiento (ahora anulado) de pasaporte, se repite en la frontera sur, desde donde intentan salir para ingresar en Perú, país que desde hoy les exige ese documento.
Gracias a un corredor humanitario auspiciado por el Gobierno ecuatoriano, algo más de 700 ciudadanos venezolanos llegaron en autobuses entre ayer y hoy a la zona fronteriza desde donde, la mayoría, acudieron a migración peruana para intentar entrar en ese país.
En la zona fronteriza, el jefe de distrito de Policía Huaquilllas, coronel Mauricio González, detalló que a las 22.00 hora local del viernes (03.00 GMT de hoy) llegaron aproximadamente 120 personas con pasaportes y cédulas y en la madrugada otras 400, todas de nacionalidad venezolana.
Efe constató que durante la mañana llegaron otras 200 personas en los autobuses, de las cuales entre 15 y 20 se quedaron a la espera de alguna ayuda del Ministerio ecuatoriano de Justicia para permanecer en el país andino.
Es el caso de Luis Enrique Ortíz, procedente del estado venezolano de Trujillo, quien está en la frontera sur con su cédula, un documento que hasta antes del 18 de agosto les servía a los venezolanos para ingresar en Ecuador.
Pero aunque un tribunal anuló ayer la exigencia de pasaporte anunciada inesperadamente el 16 de agosto, ahora el Gobierno ecuatoriano les pedirá la cédula validada, una decisión que reclamará la Defensoría del Pueblo ante un tribunal la próxima semana, según dijo a Efe su titular, Gina Benavides.
«Nos dieron la esperanza acá en Ecuador que nos van ayudar», dijo Ortíz en medio del clima templado de la frontera sur al comentar sin mayores detalles que les han informado que deben ir al Ministerio de Justicia para que les entreguen un documento para permanecer en Ecuador.
Ortíz, que llegó ayer al sur del país en los primeros cinco autobuses que trasladaron a venezolanos desde la frontera con Colombia, se mostró agradecido por el apoyo de Quito, que instauró un corredor humanitario y les ha ofrecido alimento y cobijo.
Él y otros de sus compatriotas durmieron sobre colchones en una de las carpas del Ejército que se han instalado en la zona: «Nos han tratado bien, nos dieron demasiada comida anoche, hoy también en la mañana nos dieron desayuno», dijo Ortíz, quien piensa quedarse en Ecuador.
«Nos pensamos quedar aquí en el país porque nos dieron buena esperanza (de) que nos iban a ayudar acá, nos van a apoyar ya que no tenemos documentación para pasar a Perú», subrayó.
No es el caso de Lucía Gil, que llegó de Maracaibo, en su viaje a Perú y que mantiene la incertidumbre sobre su paso a esa nación donde le espera su esposo desde hace cuatro meses.
«Me acabo de encontrar con la noticia de que la Carta Andina no va a ser válida (sino) solamente hasta ayer a las doce de la noche», se lamentó.
Y es que, aunque ella y su hijo tienen pasaporte, su incertidumbre se centra en que su madre no cuenta con el documento: «Ahora lo que nos dicen es que nos tiremos (vayamos) hasta Perú a ver si allá nos dan el pase, entonces ahora no sabemos qué podemos hacer, qué podemos lograr para poder pasar», señaló.
En caso de que no les permitan pasar, adelantó que se resignará a quedarse en Ecuador, al menos mientras regulariza la situación migratoria de su madre, pues no contemplan la posibilidad de volver a su país.
«A Venezuela no llegaría (…) a menos que cambie de Gobierno porque en Venezuela están las cosas muy feas, es un caos total, no hay alimentación, no hay vivienda, no hay comida, no hay trabajo», enumeró.
Gil aseguró que viaja con su madre de la tercera edad pues en su país «el costo de medicina no me alcanza, ni trabajando mil por mil me alcanza para cancelar las medicinas de mi mamá, a cambio que acá por lo menos puedo trabajar, puedo cubrir los gastos de toda la familia», subrayó.
Efe ha constatado que en las oficinas de migración del lado ecuatoriano no se ha registrado gran afluencia este sábado, cuando entró en vigor la exigencia de pasaporte para entrar en Perú. EFE
Juan Francisco Chávez y Susana Madera