«Ni usted tiene para pagarme ni yo para darle vuelto, déjelo así», sentenciaba resignado uno de los trabajadores de la estación de servicio la Auxiliadora en San Antonio de los Altos, tras admitir que han tenido que regalar la gasolina ante la falta de efectivo.
Un letrero pegado en los surtidores el fin de semana advierte del problema que les ha generado la reconversión monetaria a quienes administran las bombas de gasolina.
«Con la implementación de la reconversión no existe moneda de curso legal para cancelar por el servicio que ha recibido en nuestro expendio. Con mucho gusto le seguiremos atendiendo siempre y cuando contemos con inventario», detallaba el letrero.
«No tienen ni saben como cobrar y mucho menos dar vuelto», aseguraba uno de los clientes, agregando que el bombero le dijo que solo queda 91 y que la bomba cerraría hasta nuevo aviso cuando se acabe.
Los pocos billetes que quedan del BsF que podrían servir para cancelar por gasolina no son aceptados. «Lleno el tanque con 200 Bs F, pero el bombero me dice que lo deje así, que tire los billetes por la ventana del carro, que nadie me lo recibirá», explicaba Angelica Briceño.
Aunque el presidente Maduro aseguró que ambas monedas seguirían circulando hasta que los BsF fueran retirados, ningún comerciante lo acepta, lo que ha generado largas colas en los cajeros en busca del BsS.
«Esto es una locura, faltó información, la gente está enredada y muchos comerciantes prefirieron bajar las santamarias por varios días antes que lidiar con esta locura», reseñó otro usuario.
La situación se mantendrá hasta que el Gobierno Nacional anuncie finalmente el nuevo precio de la gasolina, los usuarios temen que al igual que ocurrió con el pasaje del transporte público el incremento termine de «pulverizar» el aumento de salario que aún no han cobrado.
Daniel Murolo
