Entre centenares de banderas venezolanas, cerca de dos millares de venezolanos mostraron este miércoles en Buenos Aires su apoyo al presidente interino Juan Guaidó, cantaron el himno nacional bajo el potente sol de la capital, y entonaron consigas como «Libertad», «Guaidó presidente» o, simplemente, «Venezuela, Venezuela«.
Una multitud diversa, como las que suelen verse cada día en pleno centro porteño, aunque, esta vez, irradiando alegría y vestida con los colores de su bandera, para enseñarle al mundo que, allí donde hay un venezolano, está Venezuela.
«Estamos aquí para decirles a los venezolanos que no están solos, que estamos distantes pero no ausentes», dijo en una entrevista con Efe Jenifer Sambrano, una migrante venezolana que dejó Caracas atrás hace ocho meses para instalarse en la capital argentina.
Como muchos de los casi 2.000 venezolanos que llenaron la plaza del Vaticano, en pleno centro porteño y al lado del Teatro Colón, Sambrano viajó por carretera hasta Brasil, donde pudo tomar un vuelo a Argentina.
«Está naciendo una nueva Venezuela«, exclamó.
No es la primera vez que el pueblo venezolano se echa a las calles de Buenos Aires para pedir que el actual presidente, Nicolás Maduro, dimita de su puesto y convoque elecciones, pero, como recordaron desde una improvisada plataforma en el centro de la plaza, «esta vez somos muchos más».
Según los últimos datos aportados por el Gobierno argentino, son cerca de 130.000 los venezolanos registrados viviendo en Argentina, aunque admite que esta cifra puede ser «un poco mayor», debido a las facilidades legales y sociales que los venezolanos encuentran en su llegada al país rioplatense.
«Esperemos que poco a poco en Venezuela pueda restablecerse el orden democrático y pueda volver a ver la luz del sol. Tenemos 20 años de oscuridad, 20 años en una dictadura, y ya es hora de que acabe toda esta pesadilla», resaltó Cristian Villalobos, un caraqueño de 22 años.
Ya «es hora», defendió, de que «el mundo reconozca a Guaidó como el nuevo presidente venezolano».
Vedacruz Mata Marín y Raquel García Mérida ondean juntas una bandera venezolana. La primera es originaria de la isla caribeña de Margarita (perteneciente al estado Nueva Esparta), y la otra, argentina, proviene de la provincia de la Pampa (centro).
Tras conocerse en plena avenida Santa Fe de Buenos Aires mientras cada una buscaba un apartamento que alquilar, decidieron irse a vivir juntas, y empezar así una nueva familia como muestra de la hermandad latinoamericana.
«Ella no podía encontrar porque no tenía garantía ni trabajo, pero yo sí porque soy jubilada y no tenía problema. Desde ese día no nos separamos más, es como tener una hermana venezolana en mi casa», contó a Efe García.
Con su hija de 21 años, Mata salió de su pequeña isla en pleno éxodo migratorio hace apenas unos meses con la esperanza de conseguir un futuro mejor que les permitiera ayudar a la familia que estaban dejando atrás en Venezuela.
Cuando termine la temporada estival en Argentina, su hija comenzará a estudiar en la Universidad de Buenos Aires.
«Estamos tratando de llevar la vida hasta que se dé el momento en el que este señor se vaya del poder», expresó la venezolana, quien destacó la receptividad con la que les recibieron en el país austral.
Como dice el preámbulo de la Constitución argentina, citó Mata, «el cielo azul está abierto para todo ser migrante de todo el planeta».
Ante cientos de miles de asistentes a una marcha opositora en Caracas, Juan Guaidó -presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento)- se autoproclamó este miércoles «formalmente las competencias del Ejecutivo Nacional como presidente encargado de Venezuela» para «lograr el cese de la usurpación, (instalar) un Gobierno de transición y tener elecciones libres».
Guaidó se adjudicó las competencias del Ejecutivo en el marco de lo que llamó la lucha en contra de la «usurpación» de la Presidencia por parte de Nicolás Maduro, al que considera «ilegítimo».
El Grupo de Lima , integrado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú mostró durante la tarde su respaldo a Guiadó y apoyó realizar elecciones «en el más breve plazo». EFE
