Que más de la mitad de la sala levante la mano a la pregunta ¿quiénes me están conociendo hoy?, le genera una satisfacción superior a la que podría sentir cualquier actor al recibir una ovación de pie a sala llena. “Que tanta gente que no sabía quién carrizo era yo, venga a verme y reciba la información es lo máximo, el objetivo de mi monologo se cumple”, sentencia.
Periodista de profesión y sexóloga por pasión, Jenny Marques, con casi 100 mil seguidores en su perfil de Instagram HolaSexologa, se ha convertido en poco más de 4 años en una referencia en la materia en todo el país y buena parte de Latinoamérica (en donde tiene pacientes a distancia) ocupando además con frecuencia espacios en radio, prensa y televisión nacional gracias a su abordaje diferente de un tema que hasta hace poco era tabú en nuestra sociedad.
Tras 17 años ejerciendo el periodismo, profesión que califica de maravillosa, admite que su salto al consultorio virtual de Hola Sexóloga nació de una simple, pero profunda pregunta, que se hace la mayoría de los seres humanos ¿es realmente esto lo que quiero para el resto de mi vida?”.
“Al ver otros colegas que tenían 20 años haciendo periodismo me preguntaba si yo podía pararme cada mañana apasionada y feliz por un oficio que, más que una profesión, es un estilo de vida. No era que me pesara, pero comencé a cuestionarme si eso era lo que yo quería para el resto de mi vida”, recuerda.
Admite que siempre ha sentido la necesidad de ayudar a los demás, “aunque con el periodismo se logra eso, tiene un tope, lo que me generaba frustración, en esas revisiones mentales recordé que en mi adolescencia me gustaba mucho leer información relacionado con sexualidad, literatura erótica, educación sexual, esa área me fascinaba pero pensé que para estudiarla tenía que ser médico y lo descarté porque alguien me había dicho que no era buena con el área de ciencias, qué cosas tan irónicas”.
Avanzó y comenzó a pujar por un cupo en una Maestría en Orientación en Sexología en el Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela (CIPPSV). El tema de salud no le era ajeno, por el contrario lo manejaba a la perfección, luego que dedicara más de la mitad de su carrera como comunicadora social a “Gente Saludable”, proyecto propio que llegó a tener espacio en radio, televisión (Meridiano Tv) y una página fija cada domingo en la prensa, con el que se alzó con un premio municipal de periodismo científico y participó en el Premio Nacional de Periodismo.
Pero no fue fácil, estuvo dos años en lista de espera hasta que finalmente ocupara un puesto por más de dos años en una maestría cuyos alumnos en su mayoría eran personal de la salud, “me veían un poco raro –recuerda entre risas- se preguntaban qué hace una periodista aquí, sin embargo fui la primera que presente la tesis y los tres trabajos de grado y disfruté al máximo mis honores”. Ahora se encuentra en fase de elaboración de su tesis en el doctorado en Orientación de la Conducta Humana en la Caribbean International University en Curazao, estudios que realizó para complementar la sexología y su abordaje en los pacientes y orientados.
Sus redes migraron de Gente Saludable a Hola Sexóloga, convirtiéndose en poco tiempo en un éxito al sumar miles de seguidores.
“Lo que he construido de Hola Sexóloga es muy Jenny, muy yo, mi visión de lo que es la pareja, la familia, el construir una relación, el construirte como individuo, esa forma de ver la vida la he vaciado completamente en el proyecto”, sentencia.
Asegura que la clave del éxito, que la ha convertido en la “sexóloga de Venezuela”, es que ha ido más allá de lo que se espera de un profesional de esta área, “no me interesa explicarle a la gente cómo se hace un buen sexo oral o como se tiene el mejor sexo del mundo si tu como individuo no te respetas, no te amas, no te valoras y te involucras en 300 relaciones toxicas que lo que hacen es que te sientas cada día peor, busco aportar al individuo, darle herramientas para que descubra cómo amarse y así lo demás puede fluir”.
“Si eres una persona que no se valora, acomplejada con su cuerpo, te puedo dar 200 técnicas de cómo hacer el mejor sexo oral en vano, porque al momento del acto no lo harás con placer o te sentirás frustrado porque no estás seguro”.
“Yo siento que eso es lo que me diferencia de otros sexólogos en redes, que en lo general se basan en el proceso sexual y técnicas, yo me centro en el individuo, trabajo en su crecimiento personal, inteligencia emocional, fortalecimiento de sus relaciones, para que eso derive en éxito en su intimidad, autoestima, en tener y mantener parejas sanas”.
Marques, quien además ha ejercido paralelamente la función de docente durante los últimos 11 años en la Universidad Católica Santa Rosa dando, entre otras materias, la electiva educación sexual en el periodismo, admite que al principio no fue fácil debido a la concepción errada que una parte de la sociedad venezolana tenía sobre el sexólogo.
“Mucha gente lo asocia con sexo virtual, con que eres una tipa fácil, me han preguntado qué cuánto cobro por masturbación on line, ya no pasa tanto y tuve que hacer mi campaña para explicar cuál era la misión de esta profesión”, apunta.
Del pizarrón a las tablas
Su salto a las tablas fue minuciosamente estudiado y basado en la necesidad de llegar cada vez más a más personas con su mensaje. “Busqué un director y productor de teatro, un guionista que me ayudara a esquematizar mis ideas, arme un equipo que respaldara el monólogo que tenía en mente; en esta era de la súper autopista de la información evidentemente uno piensa que todo el mundo tiene redes sociales, Instagram y Twitter, y eso no es cierto y como mi intención siempre ha sido ayudar a los demás, necesitaba masificarme aún más”.
-Comencé a recoger todos esos casos que escucho en consulta, en redes y monté el guion de una hora. Hola Sexóloga es un paseo por más de 50 temas distintos, uno tras otro, aderezado con comedia e información, donde el espectador va recibiendo un aluvión de tips y recomendaciones.
Dice que le costó mucho aprendérselo, “estuve en muchas ocasiones a punto de tirar la toalla, invadida por el pánico y el miedo, y la razón es que yo venía de muchos años en el ejercicio del periodismo y lo único que le dicen a uno es que no debe caletrearse nada, sino improvisar, y yo tenía un guion de una hora que tenía que aprenderme de memoria, tenía que hilar los temas, además actuar. Memorizar ese contenido ha sido lo más difícil que me ha pasado en mi vida profesional”.
Agradece el apoyo de dos amigos actores, Kenia Carpio y Leo Aldana, quienes la apoyaron con tips, “como en la función numero 10 fue que lo vine a memorizar de verdad, cuando llegas a la sala de teatro y la llenas tres días seguidos con más de 400 personas cada día y al final preguntas quiénes me están conociendo hoy y por lo menos 200 levantan la mano siento felicidad plena, gente que no sabía ni quién carrizo era yo, había recibido la información, el objetivo de mi monologo se ha cumplido”.
Daniel Murolo / Fotos: Luis Sajaro