Gobierno y Evo se culpan de la violencia en las calles

El gobierno transitorio y el expresidente Evo Morales se acusan de alentar la convulsión en Bolivia, mientras se eleva a ocho el número de fallecidos en la jornada más violenta ocurrida el viernes cuando fuerzas de seguridad repelieron a cientos de manifestantes cocaleros que intentaron romper un cerco militar para ingresar a la ciudad de Cochabamba.

El número de fallecidos podría subir debido a la gravedad de algunos heridos. En 25 días de convulsión social, 20 personas han muerto y sólo el viernes hubo 114 heridos, según reporte del Defensor del Pueblo.

Varios fallecidos murieron por bala. “Hubo uso desproporcionado de la fuerza que debe investigarse”, declaró a medios Nelson Cox, representante del Defensor en Cochabamba donde ocurrieron los hechos.

Cientos de cocaleros del Chapare, bastión de Morales, llegaron a Cochabamba, en el centro del país, pero un cordón militar-policial les cerró el paso hasta que el viernes los manifestantes rompieron la barrera y se desencadenó la violencia.

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