Amanda Ramírez, una mujer de Nueva Jersey, pasará seis años en prisión por un crimen que, según dijo, no quiso cometer. Pero vivirá mucho más tiempo con la culpa por haber terminado con la vida de la persona con la que más tiempo compartió, la de su hermana gemela Anna.
Este jueves, el Tribunal Superior del Condado de Camden, en Nueva Jersey, condenó a Amanda a prisión tras asesinar a su hermana Anna, ambas de 27 años de edad, de una puñalada en una supuesta pelea, producto de una borrachera.
El crimen ocurrió el 22 de junio de 2019 y desde entonces la sospechosa está detenida, acusada de homicidio agravado. En septiembre se declaró culpable de apuñalar a Anna hasta matarla durante una pelea, tras una salida nocturna con amigos.
Según el reporte policial, las autoridades fueron convocadas a un departamento en Camden poco antes de las 5:30 de la mañana de ese día. En el lugar se encontraron con Anna Ramírez en el suelo con sangre en el lado izquierdo de su pecho. Había sido apuñalada una vez.
La mujer, enfermera de profesión y madre de tres hijos, fue declarada muerta en el hospital una hora después.
El mismo informe oficial dice que “Anna inició un altercado físico con Amanda, golpeándola en la cara“, lo que coincidió con una de las versiones que dio Amanda en su declaración. Según la sospechosa, su gemela entró a la casa, tomó un cuchillo y se acercó a ella. Aunque la acusada reportó no recordar lo que sucedió luego, el reporte dice que tras un forcejeo, le quitó el arma y la apuñaló.
Horas antes de la pelea fatal, Anna había publicado una imagen de ella con Amanda en Facebook. Ambas mujeres fueron vistas en la foto sonriendo con sus amigos.
Amanda admitió luego su papel en el brutal asesinato, declarándose culpable de un cargo reducido de homicidio en segundo grado como parte de un acuerdo orquestado por la fiscalía. La familia de ambas le había suplicado al juez que le diera a Amanda una sentencia más indulgente.
Después de que el juez dictó su veredicto, Amanda emitió una disculpa, capturada en un video obtenido por NJ.com, diciendo que nunca quiso que su hermana muriera.
“Sé que no hay nada que pueda decir para justificar lo que hice”, dijo Amanda antes de desmoronarse por completo. “Sólo quiero dejar claro que nunca tuve la intención de quitarle la vida a mi hermana gemela. Si pudiera retractarme de lo que hice, lo haría en un abrir y cerrar de ojos”, agregó.
Jordan Zeitz, abogado de la acusada, habló en nombre de ella antes de la sentencia, explicando al juez Edward McBride que el asesinato fue el resultado de que Amanda sufrió de “depresión posparto” y “problemas emocionales” por su reciente embarazo.
“Ahora va a recordar esto por el resto de su vida”, dijo Zeitz en el tribunal, según NJ.com. “La sentencia que vas a imponer va a palidecer en comparación con la cadena perpetua que ya está cumpliendo. Le pedimos que siga lo que la familia quiere, que se la devuelva para que se pueda curarse más rápido”, añadió.
Los familiares de Ramírez se hicieron presentes en la corte cuando ella se declaró culpable y lloraron mientras se desarrollaban los procedimientos. Las otras hermanas de las gemelas, Bianca y Mónica Medina, pidieron al juez clemencia para la acusada y aseguraron que esta situación se trata de dos pérdidas para ellos.
El vínculo de Amanda y Anna era muy estrecho, según Monica. “¡Eran inseparables!”, manifestó. Ramírez le ofreció a la policía muchas historias diferentes cuando fue interrogada. Eso pesó, según el juez, en la decisión final de sentenciarla a seis años de cárcel.
En julio, Ivelisse Class, la madre de las gemelas, habló con PEOPLE sobre las niñas, recordando cómo las hermanas estaban unidas desde la infancia e incluso compartían la misma cuna. En la edad adulta, Anna y Amanda siempre estaban juntas, dijo.
“Se amaban. Eran un equipo“, agregó.