El vicepresidente estadounidense Mike Pence hizo el sábado una visita no anunciada a Irak, el viaje de un funcionario de más alto nivel desde que el presidente Donald Trump ordenó una retirada de las fuerzas de Estados Unidos en Siria hace dos meses.
Viajando en un avión de carga militar C-17 para preservar el secreto de la visita a la zona de conflicto, Pence aterrizó en Erbil para reunirse con el presidente de Kurdistán iraquí, Nechirvan Barzani.
El objetivo de la visita era tranquilizar a los aliados de Estados Unidos en la lucha contra el grupo Estado Islámico después de que los kurdos sirios sufrieran un sangriento ataque turco el mes pasado debido a la retirada ordenada por Trump.