El mayor Hugo Parra Martínez pasa sus días tras las rejas en constante tensión: no sabe cuándo saldrá o si las autoridades migratorias terminarán deportándolo a Venezuela, donde asegura que su vida corre peligro.
“Caí en un saco y estoy en el fondo. Perdí todo: mi familia, mi casa. Lo que hice no valió nada. No veo una salida”, cuenta desde el Winn Correctional Center de Louisiana, una de las cárceles en las que la administración del presidente Donald Trump retiene a miles de inmigrantes mientras se resuelven sus casos de asilo.
Este mayor de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), de 42 años, ya no sabe a quién pedir que interceda por su caso.
“Aquí dentro solo me acompañan la biblia y Dios, a quien le imploro todos los días para que me ayude a salir pronto”, dice en conversación telefónica con Noticias Telemundo Investiga.
Han pasado más de ocho meses desde que se entregó a las autoridades migratorias estadounidenses en el Puente Internacional número II de Nuevo Laredo, México, el pasado 11 de abril. Desde entonces, el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) lo ha trasladado de centro de detención dos veces, le ha negado dos peticiones para salir bajo fianza y aún no le ha programado una cita para ver a un juez de inmigración.
Parra es uno de los más de 100 militares venezolanos que se levantaron contra el gobierno de Nicolás Maduro cuando, a principios de 2019, el diputado opositor Juan Guaidó puso en marcha la llamada ‘Operación Libertad’ y prometió sacar a Venezuela de la crisis, un gobierno de transición y nuevas elecciones.
Guaidó, reconocido por unos 60 países como presidente interino, llamó a los militares a ponerse “del lado correcto de la historia” y les prometió “amnistía y garantías”. Pero el apoyo del brazo armado no fue suficiente y su intento de sacar a Nicolás Maduro de Miraflores fracasó.
Casi un año después de que el país sudamericano fue sacudido por masivas protestas que dejaron decenas de muertos y miles de heridos y detenidos, la oposición se encuentra profundamente fragmentada y los venezolanos continúan huyendo en estampida, como parte de la segunda crisis de refugiados más grave del mundo, encabezada por Siria.
A pesar de que Estados Unidos fue el primer país en reconocer y apoyar a Guaidó, catalogar al gobierno de Maduro como una dictadura y reconocer la crisis política y humanitaria, continúa deteniendo y deportando venezolanos, para los que se ha mostrado reacio en aprobar un Estatus de Protección Temporal (TPS).
Mientras tanto, decenas de militares que se levantaron contra Maduro han tenido que abandonar el país para vivir como refugiados, la mayoría en España y América Latina.
Otros como el Mayor Parra vinieron a EE.UU. a buscar refugio en el mismo país que durante los días de la insurrección les mostró su apoyo. Pero después de casi un año, este militar se siente abandonado por Guaidó, quien también aseguró que los protegería.
#AHORA “Reconozco a nuestro presidente, ingeniero @jguaido y estaré en lucha con el pueblo venezolano” afirmó a @heiderlogatto de la #VOA el Mayor del ejército venezolano Hugo Parra Martínez tras desertar, el anuncio fue hecho en el puente de #Tienditas en #Colombia pic.twitter.com/GuIE0kf2f7
— Voz de América (@VozdeAmerica) February 23, 2019