La embarcación zarpó a las 8:30 am en dirección a Puerto La Cruz y en el trayecto el motor se apagó. La tripulación informó a los pasajeros que se desactivaron las turbinas para “hacer una revisión” y luego anunciaron que los motores no encendían
La embarcación de Conferry Virgen del Valle II se quedó varada durante una hora entre Punta de Piedras (Nueva Esparta) y Puerto La Cruz (Anzoátegui) este viernes, 14 de febrero, según denunció el diputado Jony Rahal.
La embarcación zarpó a las 8:30 am en dirección a Puerto La Cruz y en el trayecto el motor se apagó. La tripulación informó a los pasajeros que se desactivaron las turbinas para “hacer una revisión” y luego anunciaron que los motores no encendían.
Según el parlamentario, Conferry mantiene sus operaciones con un buque que funciona a “media máquina”. Solo le funcionan dos motores, de los cuatro que posee. A esta situación se suman los certificados de seguridad vencidos de la nave.
Los pasajeros que se comunicaron con Rahal informaron que se pudo encender un motor y que el barco avanzaba lento, vía a Puerto La Cruz. Cerca de las 3:00 de la tarde llegó al puerto de Guanta, en Anzoátegui. En la embarcación de Conferry se encontraban más de 453 personas y 76 vehículos. El Virgen del Valle II tiene capacidad para 950 pasajeros y 200 carros.
Apenas a flote
No es el primer incidente de la empresa naviera. El 31 de diciembre de 2018 un ferry comenzó a hundirse en el mar Caribe. El buque de carga de Conferry llamado María Rosario, fue vendido por la empresa estatal, según su presidente Edglis Herrera Balza. La embarcación sería comprada por partes. Está anclada en el muelle Eulalia Buroz de Puerto La Cruz desde 2017.
En agosto de 2018 se reportó el hundimiento de la embarcación Tallink 2 (también propiedad de la Nueva Conferry) en el Puerto de Guanta. Un mes después fue cuando ocurrió el naufragio del ferry Rosa Eugenia en el muelle de Puerto La Cruz.
En el año 2011 el entonces presidente Hugo Chávez anunció la expropiación de Conferry bajo el alegato de que la empresa “era un desastre” y tenía casi toda su flota paralizada. En ese momento, el vicepresidente era Elías Jaua. Para ese momento la empresa tenía siete barcos, cuatro convencionales y tres exprés. Después aumentó a 11 con cinco de carga y seis exprés.
Shari Avendaño/Efecto Cocuyo
