El Barcelona sufrió pero derrotó por 2-1 a un ambicioso Getafe

Dos goles en el primer tiempo de Griezmann y Sergi Roberto le dieron aire al Barça para cimentar su victoria ante un ambicioso Getafe (2-1), que dio siempre la cara y estuvo a punto de saltar la banca en el Camp Nou.

El duelo entre el segundo y el tercero del campeonato dio mucho juego. A los azulgranas, con un proyecto en construcción, se les hizo largo el partido, sobre todo en la parte final. Cuando el mejor de tu equipo es el meta, sobran explicaciones sobre lo ocurrido sobre el terreno de juego.

Masticó arena durante muchos minutos, incluso vio cómo al Getafe le anularon un gol a instancias del VAR, pero el Barcelona tenía un plan de inicio, desde la construcción de juego hasta la creación, desde la superación de la presión al papel de Marc André ter Stegen, más como un tercer central que como portero.

El duelo de estilos entre Setién y Bordalás, que, por cierto, no se saludaron, ofreció un partido vibrante con dos maneras de entender el fútbol muy diferentes.

El Getafe presionando hasta casi el límite del área del Barça y el Barça manejando la situación de la mejor manera que pudo, minimizando riesgos, asegurando la salida y trabajando mucho la transición.

Y ahí Ter Stegen tuvo un papel fundamental, porque permitió al Barcelona tener ventaja sacando el balón desde atrás. El Getafe forzó errores e incordió a base de faltas (4 en los primeros 8 minutos), tanto que la primera acción continuada en ataque de los locales no llegó hasta el minuto 11.

La lesión de Jordi Alba llegó poco después de que Leo Messi no decidiera en una acción de uno contra uno ante David Soria; y Jorge Molina tuvo el gol a su alcance tras un error de Busquets subsanado por Umtiti.

En la siguiente acción, se produjo un punto de inflexión del partido. A la salida de un córner, Nyom se deshizo de Umtiti, su remate fue repelido por Ter Stegen y el rechace permitió al camerunés anotar el 0-1 en el 23.

Salir de la versión móvil