Si el confinamiento de millones de europeos fue un desafío sin precedentes, la manera en que estos países podrán volver poco a poco a recuperar una vida social y una actividad económica normales también se anuncia compleja.
Espacio publicitario
«No hay una referencia internacional en la materia», dijo el canciller austriaco Sebastian Kurz, cuyo país detalló un calendario de levantamiento progresivo de las restricciones, el primero en hacerlo en la Unión Europea (UE), destacó AFP.
Dinamarca y Noruega, en régimen de semiconfinamiento, también comunicaron sus fechas para salir de estas medidas. Portugal y Grecia mencionan por su parte posibles plazos.
De todas formas, la vuelta a la normalidad se hará por etapas, manteniendo ciertas medidas de precaución.
La circulación mundial del virus añade un factor crucial de incertidumbre.
Determinar el momento
Austria, Noruega y Dinamarca consideran que ya han conseguido «aplanar» de forma durable la curva de contagios.
En Austria, donde se han registrado más de 12.500 casos de contagio, el gobierno anunció un plan de desconfinamiento tras constatar la neta disminución de las nuevas infecciones.
Noruega, con 5.863 casos declarados, estima que la epidemia está «bajo control» en su territorio.
El número de decesos en estos países se ha podido contener y los hospitales no se han visto saturados.
Disminución gradual
Pero en ningún caso se plantean levantar de un día para otro las medidas impuestas a mediados de marzo.
En Austria, donde solo están abiertos los supermercados y las farmacias, el gobierno quiere abrir los pequeños comercios el 14 de abril, y las otras tiendas, a principios de mayo. Hoteles y restaurantes podrían empezar a recibir clientes a mediados de mayo.
La población sin embargo tendrá que seguir limitando al máximo sus desplazamientos y recurrir al teletrabajo hasta por lo menos finales de mayo.
Los centros escolares austriacos podrían abrir a partir del 15 de mayo, y en Dinamarca, la actividad escolar se reanudará a partir del 15 de abril de forma gradual.
En Noruega, una parte de los estudiantes volverá a las aulas a partir del 27 de abril.
En ninguno de estos tres países estarán autorizados las grandes agrupaciones o los eventos deportivos o culturales hasta julio o agosto.
Grecia por su parte dijo esperar la «vuelta a la normalidad» en mayo, igual que Portugal, siempre y cuando se respete escrupulosamente el confinamiento hasta ese momento.
Prudencia y disciplina
Los gobiernos de estos países no se han mostrado triunfalistas, y han advertido del riesgo de que la epidemia vuelva.
«Vamos a vivir con numerosas restricciones durante muchos meses», dijo la primera ministra danesa, Mette Frederiksen. «Un pequeño error» individual puede tener «un gran impacto» en la sociedad, alertó.
Su homóloga noruega, Erna Solberg, declaró por su parte que suavizar las restricciones «no significa que tengamos que ser más imprudentes».
El lavado reiterado de manos y el respeto de la distancia social se mantendrán.
Viajes
Con los Estados miembros de la UE azotados en diferentes grados por la pandemia, es previsible una limitación a largo plazo de los desplazamientos internacionales.
En ese sentido, las fronteras de Dinamarca siguen cerradas.
En Austria, Sebastian Kurz advirtió que «mientras no haya vacuna ni medicamento eficaz, esta enfermedad nos acompañará y no habrá libertad para viajar como la que conocemos».
La Comisión Europea quiere evitar que se levanten las medidas de «forma dispersa».
Al diferencia de Viena o Copenhague, las autoridades francesas han decretado un endurecimiento de las restricciones.
En Italia, el país más golpeado por el Covid-19 en Europa, un responsable advirtió el martes que «estamos lejos de la salida de la crisis, de una hipotética hora H que nos hará regresar a la situación de antes».
El gobierno español, por su parte, aunque no habla de medidas de desconfinamiento, estudia cómo abordar la fase de «desescalada» de las restricciones, que tendrá un primer paso este lunes cuando vuelvan al trabajo sectores no esenciales como la construcción y la industria, que pararon el 30 de marzo.
Los científicos explican que los países que están reactivando sus actividades penden de un hilo. La «inmunidad del grupo» sigue siendo baja, advierten.
«Si se suavizan las restricciones, el número de infecciones volverá a aumentar un poco», dice la viróloga Elisabeth Puchhammer-Stöckl, de la Universidad de Medicina de Viena.