
El expresidente brasileño, Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva, congregó este sábado a una multitud de simpatizantes en São Paulo durante el primer gran acto de su campaña presidencial de cara a las elecciones del próximo 2 de octubre. Jair Bolsonaro, actual presidente, es el segundo en las encuestas y también ha iniciado la carrera por la reelección. Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva, presidente de Brasil entre 2003 y 2011, se corona como favorito en el camino para llegar nuevamente a la presidencia del país sudamericano en octubre. Este sábado, el Vale de Anhangabaú en São Paulo, un sitio de alto simbolismo político fue escenario de un mitin para encontrarse con sus potenciales electores. Entre arengas y pancartas, el candidato por el Partido de los Trabajadores (PT) arremetió contra su contrincante, diciendo: «que se prepare Bolsonaro.
Que no tenga miedo de Lula porque será el pueblo el que lo va a sacar de la Presidencia». También dijo que «hubo mucha gente que creyó que Lula estaba muerto, que creyó que la izquierda estaba muerta», desde el escenario en el que tuvo lugar la mayor manifestación que vivió Brasil en contra de su última dictadura militar, entre 1964 y 1985, hoy un gran parque donde se realizan distintas manifestaciones populares. La contienda electoral enfrenta a un populista nacionalista con ideas respaldadas por el sector conservador evangélico, contra un exlíder sindical y presidente del país durante dos periodos distintos. Lula volvió al escenario político hace más de un año, siendo el favorito entre 10 candidatos para ser nuevamente el huésped del Palacio de la Alvorada.
La encuesta más reciente, publicada este lunes por la consultora Inteligência em Pesquisa e Consultoria Estratégica (IPEC), le dio una favorabilidad a Lula del 44% en la primera vuelta, frente a un 32% de Bolsonaro, el segundo favorito. En una eventual segunda vuelta, Lula sería elegido con una ventaja de 16 puntos, ganando con un 51%, frente al 35% de votos que tendría Bolsonaro. De igual manera, la IPEC consultó a los brasileños sobre la popularidad del actual presidente, arrojando un 57% de desaprobación en su gestión, contra un 37% de aprobación. En este primer gran acto de campaña, Lula aprovechó para criticar a Bolsonaro, diciendo que los índices de pobreza, desigualdad y hambre han aumentado durante su mandato.
Por su parte, prometió desarrollar políticas para lograr una mayor igualdad social en Brasil. «Hoy hay 33 millones de personas que no tienen qué comer en Brasil, un país que es uno de los mayores productores de alimentos del mundo y eso no tiene explicación», refiriéndose a recientes reportajes publicados por medios locales, donde se ve gente sacando comida de las basuras.
Con información de: https://www.france24.com/