La fiscalía general de Ucrania ha contabilizado ya más de 10.000 civiles muertos y 15.000 heridos desde el inicio de la invasión rusa, según indicó este miércoles el jefe del Departamento para la Lucha contra los Crímenes cometidos en Condiciones de Conflicto Armado (OGP), Yuri Belusov.
«Tenemos confirmación de 10.749 civiles muertos y 15.599 heridos», afirmó en una entrevista con la agencia de noticias «Interfax«, en la que señaló que estas cifras constituyen sólo «la punta del iceberg».
«Cuando desocupemos nuestros territorios, la cifra se multiplicará, quizá decenas de veces. Creo que habrá decenas de miles de muertos tan sólo en Mariúpol», dijo, en alusión a la ciudad costera que fue tomada por las fuerzas rusas el año pasado tras tres meses de asedio.
El dato es similar al que proporcionó Naciones Unidas a finales de julio, cuando contabilizó 9.369 víctimas mortales de la invasión y 16.464 civiles heridos hasta la fecha.
Belusov admitió que aún después de que finalice el conflicto existe el riesgo de que muchas personas continúen desaparecidas, pero apuntó que gracias los avances en tecnología forense espera que sea posible identificar al mayor número posible de cuerpos.
El funcionario se refirió también al proceso de investigación de posibles crímenes de guerra cometidos por los rusos y señaló que se ha logrado identificar hasta la fecha a 386 sospechosos, contra 225 de los cuales se han presentado ya cargos.
En 54 casos se han pronunciado ya condenas, la mayoría de ellas en rebeldía, salvo en 15 ocasiones en las que los acusados habían sido capturados.
«Por lo general, son soldados de bajo rango, soldados u oficiales de menor rango, porque los generales no caen en nuestras manos durante la batalla, aunque por fortuna para nosotros sí que mueren aquí», afirmó.
Belusov señaló que los soldados rusos que hayan cometido crímenes particularmente serios no serán intercambiados como parte de los canjes de prisioneros de guerra, sino que deberán cumplir condena en Ucrania.
«Éstas son nuestras líneas rojas condicionales. Porque si los canjeamos a todos, entonces ¿qué les detendrá a la hora de cometer crímenes de guerra?», se preguntó.