El resguardo de la historia y del ornato, al parecer no es una de las prioridades para los habitantes y autoridades de la Parroquia de Los Teques y fiel ejemplo de eso son la calle Junín con Calle Aramendi, donde las fachadas de las casas coloniales, deterioradas a punto de caer y la basura son las que dan la bienvenida a la zona.
Aunque el sector El Pueblo, mal llamado por muchos como el Centro de Los Teques, debería ser uno de los más cuidados, ya que representa ese estilo colonial que se fundó hace 235 años, insignia de la capital mirandina, hoy no es más que una cara de vergüenza para el municipio Guaicaipuro, donde los propietarios de la viviendas y las autoridades del municipio no se han abocado a mantener esa parte de la identidad tan importante para los tequeños.
La mayoría de las casas coloniales de la calle Aramendi, por sí mismas dan muestras de abandono, que ya han comenzado a causar inconvenientes a los que hacen uso diario de la vía, pues los escombros del derrumbe de lo que un día fueron sus imponentes fachadas y que hoy son migajas de tierra, han comenzado a adueñarse de tramos y canales de la calle.
La reinante basura es una de las que se suma a la desagradable cara que muestra la zona a pobladores y visitantes y es que los cerros de basura y escombros en plena calle están a la orden del día. Carlos Bustamente afirmó que el aseo pasa frecuentemente, pero solo recogen lo que está por encimita “por aquí casi nunca hay jornadas de mantenimiento y algunos vecinos, no han terminado de llenar la bolsa de basura, cuando ya la sacan a la calle, entonces los perros empiezan a regarla por toda la calle y así se queda hasta que vuelva el aseo”.
Carlos Bustamente reiteró que la mayoría de las casas de la zona, están que se vienen abajo comentó “algunas fueron construidas al estilo colonial y no son tan antiguas, datan de unos 50 años, pero mantienen el ornato de la ciudad y esa esencia de la identidad tequeña, pero los gobernantes solo se preocuparon en restaurar son las que fueron declaradas patrimonio cultural, nada haces con tener algunas casas coloniales de punta en blanco que hoy funcionan como instituciones públicas, cuando todo el andar hacia ellas y lo que las rodea, está todo deteriorado”.
Acotó que también es falta de sentir por parte de los propietarios, que deberían mantener por lo menos las fachadas en buen estado.
El declarante afirmó además que la inseguridad es inclemente en la zona “aquí roban a toda hora, las motos nos tienen a monte, porque el alumbrado público no funciona y después de las 6:00 de la tarde, esto queda como una boca de lobo, aunque a veces roban a plena luz del día, incluso en la puerta de las casas, hace falta patrullaje policial, por acá es raro ver un uniforme, uno llama a la policía y vienen cuando ya todo pasó”.
Aseveró que los robos de motos y carros también se han vuelto el pan de cada día de la zona “esto es una guillotina para los motorizados, y para los mismos vehículos, el mes pasado robaron 2 carros y como 4 motos, la zona está tan olvidada por las autoridades que también los maleantes la utilizan para dejar los carros en estado de abandono”.
Alcantarillas tapadas
Vecinos de la zona coincidieron que las alcantarillas quedaron de adorno, pues en su mayoría están tapadas con escombros y basura “cuando llueve, las calles se convierten en ríos porque el agua no tiene a donde corres, hace falta que realicen labores de mantenimiento de todos los drenajes de las aguas de lluvia, porque las alcantarillas solo adornan la calle, reiteraron.
Karla Tovar
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