
“No es precisamente lo más barato, pero tan solo por tener la oportunidad de llevarlo sin tener que esperar cuatro horas o presenciar una riña, yo prefiero pagar un poco más”, confesó Maribel Apolinar, vecina de Alto Verde que este domingo compró pollo en el mercado a cielo abierto de la avenida Francisco de Miranda.
–No es regulado pero no importa. Me llevé un par de kilos de milanesa por 2 mil bolívares, un combito de tres kilos de alitas por Bs. 1.150 y otro combo de tres kilos de muslo por Bs. 1.490, con lo cual ya tengo para hacer almuerzos por lo menos por una semana, claro está, rindiendo todo con papitas y vegetales.
La opinión fue compartida por Marinela Aponte, quien tenía unas veinte personas por delante para poder adquirir la mercancía. “Cada vez es más raro ver pollo, tanto regulado como no, por lo que considero que muchas personas prefirieron aprovechar y llevarse el producto con el cual uno termina perdiendo porque en el peso te incluyen el pellejo; pero bueno, toca hacerse el tonto”, añadió.
Comerciantes consultados señalaron que cada día es más complicado ofrecer mercancía como carne y pollo debido a que en los mataderos no están respetando los protocolos y reina “el amiguismo”.
“Si no hay palanca no hay chance”, dijo quien solo se identificó como Régulo, quien agregó que ya tener un cupo en un matadero no es tarea fácil, por lo que terminan comprando la carne más cara y deben ofrecerla con sobreprecio “para verle el queso a la tostada”, añadió el joven que funge de asistente freelance en un puesto cárnico del mercadito a cielo abierto.
Johana Rodríguez – [email protected]/@michellejrl