
A propósito de la sentencia dictada por el Tribunal Supremo de Justicia, la cual fija la vigencia del decreto de emergencia económica propuesta por el mandatario nacional, Nicolás Maduro, y rechazada por la Asamblea Nacional, el dirigente político de Primero Justicia, Mario Pennacchio, se pronunció al respeto y condenó la decisión tomada por el organismo regulador de leyes.
“El TSJ acaba de darle un golpe a la soberanía popular después de esta aberración jurídica que claramente viola la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”, alegó Pennachio. “Hoy podemos decir con seguridad que el Tribunal y sus salas están claramente parcializados y dominados por el PSUV y arrodillados ante un sistema que se comporta como mafia, en el cual la magistrada y presidenta, Gladys Gutiérrez, aparentemente, es la facilitadora del cumplimiento de los deseos y caprichos del Ejecutivo y sus adeptos”.
Asimismo, el dirigente afirmó que el ente “debería estar enfocado en la solución de los problemas catastróficos en los que se ve envuelto el país y no en seguir sacrificando la nación en busca de la permanencia en el poder del partido político que representan”.
Apuntó que la Carta Magna Venezolana no es un órgano subordinado a la Sala Constitucional, sino al contrario, es esta última la que está al servicio de la Constitución.
“El TSJ y sus salas no deben deformar las normas a su conveniencia o, en su defecto, buscar interpretar las normas constitucionales por aficiones políticas donde las mismas impliquen corromper la voluntad popular o modificar la naturaleza de la ley. Si el TSJ continúa con este descaro manifiestamente, entonces el pueblo, desde ya, tiene que saber que el TSJ no está dentro del marco democrático y social de derecho y de justicia, y la Asamblea Nacional deberá tomar acciones pertinentes ante esta sublevación”, expresó.
Para Pennacchio, “el pueblo se cansó de tanta mentira y sinvergüenzura y que el Gobierno Nacional fracasó; sus políticas fueron insostenibles e ineficientes durante 16 años y Venezuela pidió un cambio 6 de diciembre de 20215, el cual es indetenible”.
“El gobierno sabe que son parte de una crónica de muerte anunciada y es cuestión de tiempo para que Venezuela se comprometa con el futuro y el progreso”, concluyó./
Gabriel Hung Reyes