El secuestro de un vecino cuya camioneta fue utilizada por los delincuentes para asesinar minutos después a un teniente coronel de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en la ciudad de La Victoria, fue la gota que derramó el vaso. La mañana de ayer vecinos de El Jarillo protestaron ante el incremento de la inseguridad y la “ausencia” absoluta de policías en la parroquia.
Alfredo Zea, uno de los manifestantes, narró que la camioneta Ford Runner, color blanca, placas AF76AA, utilizada por los delincuentes que asesinaron la mañana del jueves al coronel cuando salía de un hotel en La Victoria fue robada la noche anterior en El Jarillo.
Desmintió la versión que indica que el vehículo había sido hurtado en La Colonia Tovar, tal como reseñaron algunos medios. “Los delincuentes se trasladaron desde El Conde hacía El Jarillo por los caminos verdes, a las 7 de la noche del miércoles interceptaron a un vecino que dejaba a un empleado en una casa ubicada a escasos 50 metros del módulo de Poliguaicaipuro”, dijo.
Los antisociales secuestraron al conductor al que dejaron amordazado en un rancho en el sector El Conde y desde ese punto, utilizando la camioneta de la víctima, se trasladaron a la ciudad de La Victoria con la intención de utilizar el vehículo en otro robo.
A las 5:16 a.m. del jueves, según indican las cámaras de seguridad del hotel, los sujetos interceptan a José Francisco Cedeño de Marco de 45 años, director de la Escuela de Formación de la Guardia Nacional en el estado Cojedes, cuando salía del local ubicado en la avenida Victoria de la ciudad aragüeña con su esposa.
Al momento que les exigían que les entregara las llaves del vehículo, una camioneta marca Toyota, modelo Fortune, color negro, se percataron que era efectivo castrense por lo que le dispararon. El militar se encontraba vestido de civil.
Los delincuentes emprendieron la huida a bordo de la camioneta hacia la población de El Consejo, por la carretera Panamericana y a la altura de la urbanización Las Luisas, chocaron de frente contra otro vehículo, modelo Clio, donde viajaban un matrimonio con una menor de dos años de edad, producto del fuerte impacto la niña falleció.
“Ni policías ni guardias”
El suceso detonó la ira de los jarilleros, quienes denunciaron estar a “merced” del hampa ante la ausencia de efectivos tanto policiales como de la GNB. “Acá estamos protestando frente al módulo de la policía municipal y está cerrado, no hay nadie”, dijo Alfredo Zea, vecino de la zona.
Indicó que aunque la estructura fue acondicionada por los propios habitantes de la parroquia para que los uniformados pudieran pernoctar en esta población, sólo se les ve en la zona de 10:00 de la mañana a 3:00 de la tarde, “luego se van y es cuando desde Aragua llegan los delincuentes a atracar”.
En diciembre el secuestro de una familia dentro de su residencia generó una protesta similar, “a raíz de la manifestación la GNB se reunió con nosotros, se les dio una vivienda en la zona para que 8 efectivos tuvieran donde instalarse, hace un mes se retiraron”.
Los residentes amenazan con arreciar las protestas en los próximos días si no reciben respuesta efectiva por parte de las autoridades municipales, “vamos a cerrar el flujo de agua del embalse de Agua Fría a ver si así sí se acuerdan de nosotros y atienden nuestro clamor”, puntualizaron.
Daniel Murolo – [email protected] / @dmurolo
