Creadores de la subregión Valles del Tuy, en el estado Miranda, fabrican artículos artesanales de higiene personal, cosméticos, bisutería, lencería y hasta piezas decorativas, como una fuente de ingreso para el sustento del núcleo familiar en la actual coyuntura económica que atraviesa el país.
Edicta Zerpa, emprendedora y creativa, decidió convertir un pasatiempo en una fuente de ingresos con la elaboración de productos de higiene y cuidado personal. Ella es una de los tantos creadores que aportan sus productos y lograr crear alternativa con el fin de hacer frente al sabotaje de las grandes trasnacionales que «simplifican la producción» para generar escases de productos en el mercado.
La emprendedora y actual presidenta de la Asociación de Artesanos, Manualistas y Creativos del municipio Cristóbal Rojas, hace 15 años aprendió este arte con el fin de contribuir con su ahorro familiar y usar su tiempo libre en una actividad productiva que nunca imagino se convertiría en la pasión de su vida.
Zerpa, oriunda de Caracas, capital del país, vive en la parroquia Charallave, capital del municipio Cristóbal Rojas, desde hace más de 30 años. Actualmente se desempeña como facilitadora del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) de la parroquia Cúa, en las cátedras de Elaboración de Proyectos y Elaboración de Productos de Higiene Personal Artesanales.
Formación
«Gracias a mi experiencia como docente y en la elaboración de diversos productos he contribuido con la formación de cientos de emprendedores que hoy tienen un oficio que les permite fabricar productos de calidad, a precios justos, para ganarse la vida y brindar bienestar a otros venezolanos que no encuentran estos artículos en los anaqueles de supermercados y farmacias», acotó.
La emprendedora tuyera afirmó que la asociación, la cual agrupa a más de 40 talentos de la subregión Valles del Tuy, se creó en noviembre de 2015 como iniciativa de un grupo de luchadoras sociales que sintió la necesidad de multiplicar sus conocimientos para ayudar a otras personas a formarse en un oficio productivo para mantener su grupo familiar.
Zerpa indicó que la conformación de la asociación es posible gracias al apoyo que le han brindado órganos y entes el gobierno nacional y municipal, entre ellos, la Alcaldía del Municipio Cristóbal Rojas, el Instituto Nacional de la Mujer, el Instituto de Ferrocarriles del Estado, el Concejo Municipal de Cristóbal Rojas, y de la Misión Cultura Corazón Adentro.
«Hoy día nuestra asociación la integran cultores, manualistas, creativos y artesanos de las parroquias Charallave, Cúa y Nueva Cúa, Santa Teresa (municipio Independencia), Ocumare del Tuy (municipio Tomas Lander) de todas las edades, inclusive, personas con discapacidad», explicó.
Multiplicadores de conocimientos
La emprendedora acotó que los miembros de la asociación se han convertido en agentes multiplicadores de conocimientos entre ellos mismos y para la capacitación de aquellas personas que tengan una idea, una inquietud y quieran desarrollar una actividad económica que le aporte al sustento familiar.
«Aquí nos apoyamos entre todos, el que sabe nuevas técnicas de tejido, costura o pintura se la enseña al otro, y así se van perfeccionando para ofrecer mejores productos y a su vez para enseñar a los nuevos talentos que se incorporarán a la asociación a futuro», añadió.
Entre los productos que ofertan los miembros de la asociación destacan cosméticos y artículos de higiene personal, bolsos, cartucheras, dulcería y comida criolla; además de bisutería, tejidos, lazos, lencería para baños y mascotas, tallas de madera, pintura sobre diferentes materiales, arepas y comidas alternativas, muebles y zapatos.
En cuanto a su área de trabajo, Zerpa, quien es madre de tres hijos de 10, 20 y 24 años de edad, comentó que durante 15 años ha realizado diversos cursos y talleres para perfeccionar sus conocimientos en la elaboración de una extensa gama de productos, entre ellos, jabones cosméticos y medicinales (azufre, manzanilla, sábila, romero).
Otros de los productos artesanales que oferta la emprendedora son champú, acondicionadores y mascarillas para el cabello, silicón, gelatina, exfoliante, cremas hidratantes, humectantes, antiarrugas, velo de novia, reductoras aceites, desodorantes, colonias y splash.
«El arte de la elaboración de productos de higiene y cuidado personal hoy es mi pasión y me atrevo a decir que soy capaz de producir artículos de igual o mayor calidad de los que ofrecen las marcas comerciales tradicionales», afirmó.
«En medio de la coyuntura actual hemos vendido diversos productos a precios accesibles. Estos ingresos nos permiten producir más artículos y destinar parte del ingreso a satisfacer las necesidades propias del hogar», aclaró.
De igual forma, dijo que durante el 2015 los miembros de la Asociación participaron en un promedio de cuatro ferias artesanales en la comunidad de Matalinda, parroquia Charallave; en el Teatro Teresa Carreño, en Caracas; en un restaurante de la parroquia Cúa y en las Instalaciones de la Estación Charallave Sur.
«En los próximos meses participaremos en una exposición en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), ubicado en el sector Altamira, en Caracas», anunció.
Creatividad
Una experiencia similar contó Judith Zapata, Tesorera de la Asociación, tejedora, pintora y fabricante de bisutería artesanal, quien aseguró que la labor de esta agrupación es fundamental, pues no sólo permite ofertar productos que suplen las fallas que hay en el mercado local, sino que se ha convertido en una oportunidad de formación para muchas madres solteras que no saben cómo generar ingresos o independizarse.
«Existen muchas mujeres que no tienen una profesión universitaria, pero tienen la iniciativa de aprender y desarrollar un oficio para producir desde sus hogares y poder cuidar a sus hijos, porque muchas de ellas no tienen apoyo de sus parejas. Esta es una excelente alternativa para generar ingresos y elaborar los productos que no se consiguen en los mercados locales en estos tiempos», aseguró.
Esther Cabrera, tejedora y fabricante de cosméticos artesanales, acotó: «yo no sabía hacer nada, pero hace cinco años tomé la decisión de aprender un oficio y generar mis propios ingresos para no se dependiente. Comencé de manera autodidacta, pero luego realice cursos y hoy día puedo elaborar una amplia gama de productos para vender, entre ellos, masa flexible, bisutería, alambrismo, tejido, y cosmético».
