
Lo que antes era motivo de festejo, se ha convertido en un nuevo dolor de cabeza para los representantes, quiénes no saben cómo lidiar con la cada vez más extensa lista de gastos de cara a la temporada de la realización de la primera comunión.
“La niña viene preparándose desde hace más de un año en su cursillo de religión, pero como está en pleno crecimiento no he podido adelantar las compras. Para mi sorpresa, este fin de semana cuando me dispuse a recorrer las tiendas en los centros comerciales de los Altos Mirandinos noté que el vestido más sencillo y económico ronda los 28 mil bolívares, mientras que los más elaborados pueden marcar hasta Bs. 40 mil”, relató Bárbara Marcano, residente de San Antonio de los Altos.
–A ese golpe hay que sumarle los zapatos que no se consiguen por debajo de 20 mil (…) Viendo esos precios consulté con una costurera, pero al ver los altos costos tanto de telas como hilos más mano de obra, es más práctico comprarlo listo. Cada vez es más difícil afrontar gastos que antes eran cotidianos.
Las madres de varones están lejos de ahorrarse dinero. “El pantalón más barato está en Bs. 10, la camisa va por el mismo camino, si a eso le sumamos zapatos y pajarita la cuenta se dispara fácilmente”, dijo Érica Ribas, quien sin tajo de vergüenza reveló que su pequeño de 10 años usará “la chiva” de su primo acompañado del calzado escolar diario.
Banquete fuera
de vista
Con estos precios, los banquetes que solían convocarse tras la ceremonia religiosa están fuera del radar de muchas familias. “Como la niña está tan emocionada con la primera comunión la llevaremos a comer; eso a un promedio de Bs. 4 mil por persona, nos llevará un gasto adicional de unos 20 mil solo para mi núcleo familiar. Recuerdo que con mi primera hija se hizo una reunión con más de 20 personas y hasta recuerditos entregamos a cada invitado, eso quedará en el recuerdo”, dijo Ramona Feo, residente de la capital mirandina.
Johana Rodrí[email protected]/@michellejrl