Los productos nacionales están totalmente desparecido de los anaqueles. En el caso del azúcar tiene unas cinco semanas sin ser despachada en supermercados de Los Nuevos Teques
LOS TEQUES.- Azúcar, margarina, aceite importados del país vecino de Brasil comenzaron a aparecer en locales d la región altomirandina para abastecer el mercado local.
“Este sábado locales de la región altomirandina comenzaron a vender estos productos de la cesta básica. “Es mejor que se consigan a este precio en locales que si les toca pagar impuesto que pagárselo a los bachaqueros”, dijo José Mendoza, quien llevaba un kilo de azúcar y una margarina y estaba pagando 9 mil bolívares pro su compra.
El viernes compre mayonesa y hoy conseguí azúcar. Caras pero las conseguí”, dijo Iván García, quien también adquiría aceite por un monto de Bs. 4.200.
Si los revendedores ya burlaban el control oficial, la comercialización de alimentos importados de Brasil lo hace por la vía legal.
Así como estos tres productos han reaparecido en anaqueles la mayonesa, café, arroz, pasta entre otros. Al igual que productos de higiene personal.
Los productos nacionales de dichos rubros están totalmente desparecido de los anaqueles. En el caso del azúcar tiene unas cinco semanas sin ser despachada en supermercados de Los Nuevos Teques y La Cascada.
A través de un recorrido por estos establecimientos, se conoció que la venta de esta mercancía es muy baja, ya que los precios superan una cuarta parte del sueldo mínimo.
Entre los costos exhibidos están desodorantes desde tres mil hasta seis mil bolívares, jabones entre mil 500 y tres mil, afeitadoras en dos mil 500 y más.
“La gente pregunta por el precios, pero es muy difícil que alguien compre, ya que no es fácil que paguen Bs. 3. 600 por un solo desodorante. Entonces prefieren comprar frutas, verduras, pan o cualquier otra cosa sin gastar ese monto.”, sijo un comerciante.
Además no les gusta porque estas marcas antes eran nacionales y hoy en día los comerciantes se ven en la necesidad de traerlos con importación, afirmó un vendedor que no se quiso identificar.
Pola Del Giudice
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