En América del Sur, Venezuela registra la más alta tasa de embarazos adolescentes, con más de 200 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años de edad, según cifras del Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Sumado a esto el presidente de la República, Nicolás Maduro, informó que a cada mujer embarazada, poseedora del carnet de la patria, se le adjudique un bono por su condición y que actualmente unas 108.914 mujeres ya se encuentran cobrando su “bono mensual”, como parte del Plan “Parto Humanizado”.
Ahora bien el salario mínimo en Venezuela es de Bs. 248.510, mientras que dicho el «bono» en el país que tiene la más alta tasa de partos en adolescentes en América del Sur, será de Bs. 700.000.
Por lo pronto dicha política social estaría enviando el mensaje equivocado a la población en vista de que los niños y adolescentes que no vean ninguna esperanza de ascenso social a través de esfuerzo propio, se resignarían a alcanzar sólo lo que les «regale» el gobierno.
Peor panorama se le presenta a una adolescente de escasos recursos económicos, que ve asfixiada a su familia en el plano social por la crisis económica y que además asiste a estudiar con deficiencias para llenar su estómago, al contemplar el “bono de embarazada” como solución mediata y que para ello solo son requisitos necesarios el carnet de la patria y reproducirse.
“Existe un incremento desproporcionado en embarazos por falta o escasez de métodos anticonceptivos y me atrevería a decir también que por esta campaña de bonificaciones por parte del Estado, a los ojos de una adolescente que está pasando hambre es un ingreso económico que le permitirá comer al menos una vez al día… he tenido varios casos” afirma Carolina Martínez, obstetra.
A beneficio del candidato
Si bien el bono se estructura como una transferencia de dinero a los ciudadanos con propósitos explícitos condicionados o no, en Venezuela se ha implementado como política social con fines electorales.
“Comprando consciencias, en eso se la pasa el gobierno con esos bonos, sobre todo a los más débiles en el plano social, con propinas económicas que sólo terminan por acelerar la inflación, al ser un gasto social improductivo. Y sin incentivar la educación y el trabajo como herramientas esenciales del ser humano, para la dignificación” Alejandro Velásquez, psicólogo y profesor universitario.
Cualesquiera sean las razones o los fines del gobierno al hacer beneficiarias a las mujeres embarazadas de presuntas dadivas, la iniciación sexual debe estar apegado a la madurez de la persona que va a ejercer una vida sexual responsable y no visto como mero acto de reproducción, mucho menos tomarse como campaña electoral, es vergonzoso para el desarrollo de un país.
“Llevo dos meses cobrándolo, como no consigo trabajo, me sirve para darle de comer a mi otro bebe recién nacido” Silvia Ortiz, beneficiaria.
Estefani Capote
