No se conocen las causas de la muerte, ni quién será el heredero. La reina Shiyiwe Mantfombi Dlamini Zulu, monarca regente del pueblo zulú (la etnia mayoritaria en Sudáfrica) desde la muerte de su esposo, el rey Goodwill Zwelithini, falleció este jueves, según confirmaron este viernes fuentes oficiales. «Personalmente y en nombre del Gobierno y de todos los sudafricanos, ofrezco mis sinceras condolencias a la familia real y a la nación zulú», expresó este viernes por la mañana el presidente del país, Cyril Ramaphosa, en un comunicado. La noticia del fallecimiento se supo durante la noche, después de que el político y príncipe zulú Mangosuthu Buthelezi -quien ejerce de primer ministro de la casa real zulú- emitiera un breve comunicado informando de la muerte. «No habrá vacío de poder», prometió Buthelezi, a pesar de que la cuestión de la sucesión del trono zulú todavía es una incógnita.
Aunque las causas exactas del fallecimiento no se hicieron públicas aún, la monarca zulú, de 65 años, llevaba hospitalizada una semana, según medios locales. Hermana del rey Mswati III de Esuatini, la reina Mantfombi ocupaba el rango más alto entre las mujeres del fallecido rey Goodwill Zwelithini por ser de ascendencia noble, pese a ser cronológicamente la tercera. Actuaba como regente desde la muerte de su marido, a mediados de marzo pasado, y estaba previsto que cumpliera ese papel durante los tres meses de luto que la familia real había declarado para honrar al difunto monarca zulú y definir su sucesión.
Tradicionalmente, tras la muerte del rey, la corona corresponde al hijo mayor de la primera de las esposas del soberano, pero el primogénito de los 28 hijos de Zwelithini falleció en 2020. La reina Mantfombi y el rey Goodwill Zwelithini contrajeron matrimonio en 1977 y tenían siete hijos en común, el mayor de los cuales, el príncipe Misuzulu, es ahora uno de los favoritos para la sucesión. Los zulúes, que suponen entre 10 y 12 millones de personas, componen la etnia más populosa de Sudáfrica, cuya población se sitúa en algo más de 58 millones de habitantes. La Constitución democrática de 1996 reconoce el rol de los líderes tradicionales y, aunque les otorga un papel ceremonial y no ejecutivo, instituciones como la familia real zulú mantienen una influyente posición social y política.
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