Tras un debate de cinco horas, el Parlamento austriaco ha dado luz verde a la medida, con 137 votos a favor y tan solo 33 en contra, que entrará en vigor a principios de febrero si es aprobada por el Senado, según informa el diario austriaco ‘Kleine Zeitung’. Pese a que el texto de la ley especifica que «la vacunación no debe hacerse cumplir ejerciendo el mando directo y el poder coercitivo», muchos ciudadanos con pancartas y banderas de Austria han protestado a las puertas de la Cámara en contra de su aprobación. Antes de que diera comienzo la sesión, el ministro de Salud, Wolfgang Muckstein, ha defendido la propuesta recordando que cuanta más gente hubiera vacunada, «menos morirán por las consecuencias de la pandemia».
La medida ha contado con el amplio consenso de la Cámara, salvo por la excepción de la extrema derecha representada por el Partido de la Libertad de Austria, que cuenta con treinta diputados, cuyo presidente, Herbert Kickl, ya ha adelantado durante el debate que no se vacunará. La medida pasa ahora al Bundesrat, el Senado austriaco, donde está previsto que logre también el visto bueno el próximo 3 de febrero. La iniciativa afectará a todos los ciudadanos residentes en el país con más de 18 años, salvo algunas excepciones médicas, o en el caso, por ejemplo, de las mujeres embarazadas. Durante su propuesta, debate y aprobación, el Parlamento pretendía, en un primer momento, incluir dentro de esta horquilla a los jóvenes a partir de los 14 años, aunque posteriormente fue descartada esta opción. Asimismo, las personas que hayan pasado la enfermedad y se hayan recuperado se consideran protegidas hasta 180 días después de la infección y, por tanto, durante ese tiempo, estarán exentas de vacunarse. Gobierno y oposición han acordado un paquete económico valorado en mil millones de euros para incentivar y desarrollar la controvertida medida, que contempla recompensar a aquellas regiones que registren altas tasas de vacunación o facilitar la participación en sorteos de hasta 500 euros en bonos para supermercado y participantes de todas aquellas personas que reciban su dosis.
Lucha contra los no vacunados. Según recogen los medios locales, los primeros controles de vacunación están previstos para mediados de marzo. Todos los ciudadanos recibirán en sus casas una carta con la explicación detallada de la medida. Tras el período de adaptación, si una persona en el momento de un registro aleatorio por parte de la Policía no estuviese vacunada, se le impondría una multa inicial de 600 euros, aunque se retiraría si en las dos semanas posteriores acude a los centros de vacunación. En caso de negarse, las multas más altas ascienden hasta los 3.600 euros, aunque la ley de vacunación austriaca excluye la detención en caso de impago, según recoge la televisión alemana Deutsche Welle (DW).
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