
Los habitantes del sector La Hoyada, perteneciente a la comunidad tequeña de Rómulo Gallegos, se encuentran en los preparativos para festejar la época decembrina y la venida del Niño Jesús el próximo 25 de diciembre, por lo que ya han comenzado a darle “retoques” a ciertos factores de la zona que están deteriorados o que simplemente no han sido culminados para que los vecinos puedan disfrutar plenamente de ellos.
Tal es el caso del área donde estará ubicada en un futuro la cancha donde los niños y jóvenes podrán realizar actividades durante sus ratos libres, ya que la misma no ha sido culminada y el terreno está a medias, lo que hace que los más pequeños no puedan utilizar a sus anchas este espacio recreativo.
“El consejo comunal anterior comenzó los trabajos para lo que será la cancha, los vecinos hemos logrado lo poco que tenemos ahorita. El 25 de diciembre tenemos prevista una actividad para los niños y niñas de la comunidad, por eso tratamos de mejorar este espacio, pero por falta de materiales como el cemento no hemos podido hacer mayores arreglos, así que ya quedará para el año que viene”, manifestó Lila Consejo, vocera de las Madres del Barrio.
En uno de los recodos de la bajada que da acceso al lugar está ubicada la pequeña cancha que carece de piso impermeabilizado y antirresbalante, en cambio posee una superficie de cemento resquebrajado que no tiene rejas para evitar que los balones se salgan del área y para el resguardo de los niños y jóvenes. Un solo tablero, muy deteriorado, es con lo único que cuenta el espacio deportivo.
“Tenemos planeado hacer un torneo de baloncesto para los niños y de voleibol para las niñas el próximo 24 de diciembre, pero veremos si se podrá hacer;estamos haciendo lo posible porque ya no están vendiendo cemento por este año, así que andamos rasguñando por ahí a ver dónde encontramos porque el piso está muy dañado”, informó Consejo.
Cunetas deterioradas
Justo en la entrada de la cancha las cunetas que trasladan el agua de lluvia hacia los demás drenajes están rotas y obstruidas por los sedimientos y la maleza, lo que hace que la superficie se deteriore aún más.
La mayoría de las cunetas ubicadas a un lado de la carretera principal de La Hoyada están tapadas por el monte y tierra que se ha deslizado debido a las constantes lluvias que han caído sobre la ciudad capital mirandina.
Huecos como arroz
La vialidad principal que conduce a los vehículos hasta el corazón de dicha comunidad está cundida de troneras y baches que ponen en riesgo la vida de los conductores y peatones, ya que el camino para entrar es una bajada empinada cuya carretera carece de señales de tránsito y defensa vehicular.
“Tenemos alumbrado suficiente que nos colocaron hace poco, pero estamos esperando por los bombillos ahorradores de energía”, aseguró Consejo.
Sin embargo, algunos tramos de la vía carecen de postes de alumbrado, por lo que los choferes se guían por la luz de las viviendas cercanas a la calle.
Por otra parte, los transeúntes no cuentan con aceras por donde circular a la hora de salir o entrar a la comunidad a tomar alguna de las unidades de transporte que se encargan de cubrir la ruta.
Contenedor lleno de bolsas
Como en la mayoría de las comunidades guaicaipureñas, los vecinos de La Hoyada deben esperar más de 15 días para que el camión del aseo urbano recoja los desperdicios que se van acumulando a un lado del camino.
Con un solo contenedor de desechos cuenta la zona, está volteado y las bolsas de basura esparcidas por todo el suelo.
Las moscas y los malos olores abundan en este tramo de La Hoyada, es por eso que los vecinos piden a gritos que el camión del aseo acuda a llevarse las bolsas.
Matraca y matraca
La mayoría de los residentes de la comunidad La Hoyada de Rómulo Gallegos asevera que no existe seguridad alguna en el lugar, pues el patrullaje policial es casi inexistente.
“La policía vienen de vez en cuando, pero lo único que hacen es matraquear a los muchachos. Los revisan y luego les piden dinero y si no tiene se los llevan en la patrulla; cuando los necesitamos nunca vienen”, dijo una lugareña que prefirió mantenerse en el anonimato para evitar represalias.
Ronald Gil- [email protected] / @thedaniels21