
El Ministro Ramírez anunció un sistema de bandas entre la divisa preferencial y la determinada por las subastas, en el que lo prioritario será la alimentación, la salud, la agroindustria y las telecomunicaciones.
No estamos en posibilidad de darle una tasa preferencial para que viajen”, dijo Ramírez, comentario que desató una avalancha de críticas en las redes sociales donde calificaron la medida de “devaluación”
“Que le pongan el nombre que ellos (el Gobierno) quiera, todo el mundo sabe que es otra devaluación”, dijo este miércoles Alberto Domínguez, comerciante de la capital mirandina tras enterarse de la implementación de un nuevo sistema de bandas y el fin del acceso a los dólares preferenciales para los viajeros y los sectores no esenciales ni productivos.
“Todo costará más caro desde hoy, eso es un hecho”, sentenció el hombre, quien lamenta que lo que habían sido rumores se concretaran la tarde del miércoles. Al efectuar el anuncio, el vicepresidente económico, Rafael Ramírez, explicó que las medidas apuntan a optimizar la administración de divisas tras reconocer que situaciones como la entrega de dólares a viajeros al tipo de cambio oficial de 6,3 bolívares por dólar estaban «fuera de control». »Vamos a mantener una tasa preferencial para más del 80 % de los insumos, de los productos, de los servicios que requiere el país, pero hay cosas, hay sistemas que han sido vulnerados que están fuera de control», expresó. Desde 2003 en nuestro país rige un estricto control estatal de cambio que impide la libre compraventa de divisas y establece que el Estado es el único que puede entregarlas a particulares y empresas tras el cumplimiento de una serie de requisitos.
Con la puesta en marcha del nuevo sistema, los sectores que no sean considerados esenciales deberán regirse por un mecanismo alternativo creado el año pasado y que entrega divisas mediante subastas a una tasa superior a la oficial. »Si no son los alimentos, las máquinas, los bienes de capital, si no es una turbina, un motor (…) si no son los químicos para la actividad industrial, si no es lo que está en el plan de importaciones, va para Sicad», explicó Ramírez en una rueda de prensa. Eso afecta a los venezolanos que viajen al exterior, que ya no podrán comprar dólares a 6,3 bolívares y deberán pagar montos en el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) que actualmente rondan (la tasa varía con base en un sistema de subastas) los 11,3 bolívares por dólar para acceder a divisas.
“Una familia promedio que quiera viajar este año tendrá que gastar uno 100 mil bolívares, eso si encuentra pasajes aéreos, pues tengo semanas tratando de comprar y simplemente no hay”, agregó Ricardo Blanco, estudiante universitario habitante de Los Teques. Ramírez precisó que el país marcha hacia un «nuevo sistema cambiario» que funcionará mediante una banda cuyo piso será la tasa oficial y su techo el tipo de cambio arrojado en las subastas del Sicad. Cargó especialmente contra la entrega de dólares a viajeros y mencionó también el envío de remesas familiares, sectores que, agrupados en el renglón «otros conceptos», recibieron 8.600 millones de dólares el año pasado, «algo que no se justifica por la vía del dólar preferencial». »Vamos a hacer un cambio ya en el elemento que nos está perturbando (…) Todo el mundo tiene derecho en este país a viajar (…) lo que nosotros decimos es ‘no estamos en posibilidad de darle una tasa preferencial para que viajen'», afirmó Ramírez. Las divisas para viajeros «estaban fuera de control» y en «muchos casos» se han «mal utilizado», agregó.
Esto es una devaluación
La Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas cree que la decisión del Gobierno venezolano supone cambios de forma y no de fondo, y una devaluación.
»Esta es una devaluación simple, el tipo de cambio real está distante de ser el 6,30 (bolívares por dólar)», dijo el director ejecutivo de la Cámara, Víctor Maldonado.
Según Maldonado, el Gobierno se ha «entrampado» con el discurso ideológico que le impide realizar cambios de fondo, necesarios para que la economía venezolana fluya, y ha impuesto controles al sector comercio y obstáculos que ha llevado a la desconfianza del empresariado y a una mayor inflación y escasez de productos básicos.
»¿Qué hará el Gobierno con la deuda que tiene con el sector empresarial que se calcula en miles de millones de bolívares, tal vez 8 o 9.000 millones de dólares?», se preguntó.
En ente sentido, hizo mención al caso de la empresa alimentaria venezolana Polar, la más importante que ayer aseguró que los retrasos en la entrega de dólares por parte del Gobierno ha puesto en riesgo su capacidad de importar materias primas y por ende su producción. Para el representante de la Cámara, el Gobierno ha creado un clima de «desconfianza» que además alimenta con medidas que diseña «en el momento» y porque «vive al día» por lo que los empresarios manifiestan recelo y las medidas de hoy, asegura, solo refuerzan este ambiente.
Con información de agencias