
El domingo 27 de abril por primera vez en la historia de la Iglesia católica dos papas serán declarados santos en una misma ceremonia y se elevarán a la gloria de los altares a dos personalidades completamente antagónicas, tanto que podrían ser comparadas como agua y aceite, según manifiestan algunos feligreses.
Desde el anuncio de esta canonización se han gestado tanto elogios como críticas en cada uno de los rincones del mundo, y es que algunos sociólogos de la religión aseguran que detrás de la misma existe un mensaje político, donde no sólo interactúan Juan XXIII (“El Papa Bueno”) y Juan Pablo II, sino que además está la imagen del papa Francisco.
El obispo de la Diócesis de Los Teques, Freddy Jesús Fuenmayor Suárez, religioso católico que fue ordenado sacerdote cuando contaba con 26 años de edad el día 3 de abril de 1976 para, posteriormente en abril de 1994 ser consagrado Obispo mediante un nombramiento apostólico emanado por el papa Juan Pablo II el 30 de diciembre del 2004, ofreció una entrevista exclusiva al Diario La Región para aclarar algunos puntos sobre este proceso que ha generado cierta revolución no sólo en los católicos.
Fuenmayor ejerció al principio su deber apostólico en sí en la Diócesis de Cabimas, estado Zulia. Al renunciar el arzobispo-obispo de Los Teques, Ramón Ovidio Pérez Morales, por motivos de salud Fuenmayor pasó a ser su sucesor en la sede episcopal.
-El próximo domingo el Vaticano realizará la canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II, sin embargo muchos fieles no tienen claro qué es una canonización, cuál es el proceso y qué aspectos son tomados en cuenta para que la Iglesia tomo ésta decisión.
La canonización significa que una persona que ha muerto está gozando de la gloria de Dios y eso es algo cierto, en otras palabras se reconoce que está en el cielo para decirlo de una manera sencilla. Los que morimos en la fe ciertamente tenemos la certeza de que Dios a través de Jesucristo, su muerte en la cruz y su resurrección nos ha perdonado y alcanzaremos la gloria (…) pero eso no lo puede saber nadie con certeza, porque cada persona es un misterio y no sabemos los pormenores de su vida. Cuando se canoniza la Iglesia dice como una verdad de fe que Juan Pablo II ciertamente goza de la presencia de Dios en lo que llamamos cielo (…) Esto es fruto de un proceso llamado beatificación y canonización, porque en primer lugar se le reconoce como beato (…) ya la canonización es la reafirmación de esa decisión antes tomada. Se sigue un proceso mediante el cual la Iglesia reconoce las virtudes de este santo en vida, que él ciertamente ha tenido una vida de acuerdo con el evangelio y que ha vivido las virtudes cristianas de una manera heroica y extraordinaria, sumado a esto debe haber un milagro, el cual es sometido a un examen muy riguroso en la Santa Sede, generalmente son relativos a la salud. Hay una comisión de médicos conformado por médicos no católicos e incluso no creyentes, se hace todo un proceso de reconocimiento para ver si el hecho puede considerarse como una curación que va más allá de lo médico, natural y que ciertamente la Iglesia después juzga que ha habido una intervención sobrenatural.
-¿Cómo fue la vida y pontificado de ambos Papas?
El papa Juan XXIII estuvo rigiendo la Iglesia católica entre 1958 y 1963, luego de la muerte de Pío XII que le tocó todo lo que fue la II Guerra Mundial y la postguerra. Juan XXIII asume el pastoreo en 1958 e inicia un camino de renovación de la Iglesia muy intenso convocando a la celebración de un Concilio (…) y efectivamente en 1962, después de un proceso de preparación que duró casi 4 años, comienza el concilio y el Papa muere en 1963 cuando éste apenas llevaba un año de comenzado. De modo que a él le corresponde el mérito de la convocatoria que trajo renovación en la vida y acción de la Iglesia, pero además de eso fue un hombre con unas virtudes cristianas extraordinarias, entregado, con profundos sentimientos de cercanía con la gente especialmente necesitados, un hombre que procuró vivir el evangelio de una manera muy intensa, por eso en la iglesia del siglo XX ocupa una figura prominente.
En octubre de 1978 viene Juan Pablo II (…) todos los que hemos vivido éstos últimos años del siglo XX y principios del XXI percibimos la extraordinaria figura de este hombre de multitudes que lleva el mensaje de la Iglesia a todos los rincones del mundo, un hombre de una gran profundidad y gran cercanía con las personas, con espíritu de oración y de entrega generosa a la misión que se le encomendó, de sacrificio e incluso de martirio porque a él le tocó un tiempo muy duro (…)un joven que ingresa al seminario clandestino perseguido por los nazis, de manera que fue un hombre que conoció la persecución, las dificultades de un régimen totalitario. Además de eso, en su propio cuerpo sufrió el martirio, recordemos el famoso atentado de 1981 que casi le cuesta la vida y que el atribuye un milagro a la Virgen de Fátima. Todos los que lo conocimos de alguna manera pudimos percibir la extraordinaria valía desde le punto de vista cristiano, humano y de dirigir la iglesia en un mundo como el nuestro.
-¿Qué características debe tener un hecho para que sea considerado milagro?
Sobretodo en el caso de una curación debe ir mucho más allá de lo que la ciencia pueda hacer, eso se debe comprobar de una manera fehaciente, porque si hay un pequeño resquicio de probabilidad de que esa enfermedad pudo haber sido curada por un tratamiento determinado ya no es posible considerarlo un milagro (…) se debe percibir que hubo una intervención de Dios por intercesión de esta persona que ha partido al encuentro del Padre en la gloria. Solamente Dios hace milagros, en el caso de los santos que se reconocen los milagros estos son hechos por una intervención de este santo.
-Floribeth Mora fue curada oficialmente de un aneurisma cerebral, Sor Maríe Pierre-Simon se curó inexplicablemente del mal de Parkinson y ambos milagros fueron atribuidos a Juan Pablo II. Sin embargo, algunos files aseguran que es muy rápido la canonización del Papa, ya que su muerte fue en el 2005 y su beatificación en 2011. ¿Existe alguna preferencia por la Iglesia o el papa Francisco quiere dar algún mensaje?

Indudablemente la personalidad de Juan Pablo II es tanta que se le dice “El Grande”, ciertamente puede despertar esta consideración pero no ha sido solamente con el, han existido otros santos en la historia de la iglesia que han sido beatificados y canonizados pocos años después de haber sido introducidos al proceso. Lo que ha habido aquí es una dispensa del tiempo mínimo necesario para presentar el candidato a la canonización. El papa Benedicto XVI dispensó este tiempo que es un mínimo de 5 años, luego de ese lapso puede ser presentado. El papa Juan Pablo II tenía fama universal de santidad, que es un elemento fundamental que debe existir, si no la hay no se puede presentar al candidato y si se presentan no se le da curso.
-Hay fieles que cuestionan la celeridad del proceso hacia Juan Pablo II, porque reprochan sus posiciones conservadoras y su silencio respecto a las denuncias de ciertos abusos a niños por algunos sacerdotes. ¿Qué responde la Iglesia a éstos católicos? y ¿cuál fue el proceso para sancionar a los sacerdotes pederastas?
Juan Pablo II dio curso a todas esas acusaciones y le encargó los asuntos a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que en ese momento estaba a cargo del prefecto cardenal Joseph Ratzinger, actualmente papa emérito Benedicto XVI, de modo que no es tan cierto que él se haya echo de la vista gorda. Cuando se hicieron denuncias se le dio curso en la propia congregación y Benedicto XVI siempre lo señaló, de modo que esta acusación no tiene razón de ser. Vuelvo a la rapidez para la canonización, es el milagro. Qué es lo que pasa con José Gregorio Hernández, que no se ha comprobado el milagro, cuando exista seguramente tendremos al beato José Gregorio Hernández.
-Al papa Juan XXIII se le atribuyó y confirmó un milagro, el cual fue la curación de la religiosa Caterina Capitani en 1966, pero no se le ha comprobado un segundo milagro. ¿Por qué entonces su canonización “pro gratia”?

Pro gratia quiere decir que es una concesión de la santa sede, directamente del Papa. Teniendo en cuenta que ya se realizó un milagro y que con la beatificación se reconoce que Juan XXIII está en el cielo el Papa puede “pro gratia” canonizarlo, pero tiene que ser después que ha sido beatificado, en este caso se ha cumplido el requisito del milagro con la beatificación y dada la vida y fama de santidad se llevará a los altares plenamente.
-¿El fanatismo influye en que el Vaticano decida canonizar o beatificar a alguna persona? Por ejemplo, existe el caso del arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero, quien fue asesinado en 1980 mientras oficiaba la misa y su beatificación permanece bloqueada. Acá en Venezuela tenemos al Dr. José Gregorio Hernández, quien pese a que tiene millones de seguidores y muchos afirman haber recibido milagros de su parte aún no es tomado en cuenta por la Iglesia católica.
Yo respondo lo que señaló alguna vez el actual Arzobispo de San Salvador donde decía que no era cierto esto, sino que sigue su curso normal el proceso de beatificación de Oscar Romero, que no hay ningún impedimento y ha sido admitido por la Santa Sede (…) con José Gregorio Hernández el problema es la falta del milagro. ¿Qué puede haber influido el hecho de que lo han incluido en los panteones, altares de ciertas creencias un poco que se alejan de lo católico como cuestiones de espiritismo y brujería? Eso en cierto modo pudiera haber perjudicado la causa, pero no es lo fundamental, sino la falta de un milagro. Sí se debe tener mucho cuidado de no multiplicar imágenes de José Gregorio Hernández, no se puede tener su imagen en capillas, porque el no está todavía beatificado. Lo que tenemos que rezar es para que se presente el milagro.
-¿Qué hace la Iglesia para deslastrar a José Gregorio Hernández de estos grupos no católicos?
Los sacerdotes normalmente insisten mucho en estas cosas y una de ellas es no tener imágenes de el (…) al igual que hacer entender a los creyentes que no forma parte de la Iglesia católica.
-Hay un grupo de venezolanos que rinde homenaje, adoran y hasta crearon una oración y además aseguran haber recibido milagros por intercesión del fallecido presidente Hugo Chávez. ¿Qué respuesta da la Iglesia a esta situación?
Esto es algo inadecuado que no debería ser, él es un político muy destacado, no hay que darle un sentido religioso a su figura, es un error. Es algo que no se puede admitir, sino que debería ser reprobado. No es tampoco la forma de que los partidarios le rindan homenaje santificando su figura y dándole características religiosas, basta que se mantengan dentro de los parámetros de su admiración hacia un líder político (…)
-De continuar con ésta situación ¿Podría en un futuro ser tomado en cuenta el presidente Chávez por el Vaticano para ser canonizado? Uno de los mensajes de la Iglesia es que la santidad no es inalcanzable.
No creo, porque se deben de tratar de figuras que han dado a su vida un sentido dentro de la Iglesia Católica, que han tenido fama de santidad y el presidente Chávez fue político, pero no se puede considerar que haya sido una figura de ningún modo religiosa. No creo que haya de parte de la Iglesia ningún tipo de consideración de acoger favorablemente la introducción de una hipotética causa de beatificación o canonización.
Ronald Gil- [email protected] / @thedaniels21