
Tal como si vivieran en la época de antaño, vecinos del sector Romerito, en San Pedro de Los Altos, no sienten que hayan pasado los años en esa comunidad.
Un cartel que dice “Bienvenidos a La Culebra” marca el inicio de los problemas; desde ese punto comienzan a notarse las serias fallas en la vialidad, situación que afecta directamente a la población en general.
“Los autobuses solo llegan hasta un punto, de ahí en adelante toca caminar; lo mismo sucede con los camiones del aseo y del gas, suben cuando mejor les parece y hasta han tardado unos dos meses para venir”, declaró Vicky Sauce, habitante de la localidad.
-Hemos sufrido por esto desde que decidimos vivir aquí, pero ya varias autoridades de la alcaldía nos han ofrecido soluciones en sus campañas y cuando ganan se olvidan de todas sus promesas.
Sauce destacó que como comunidad organizada han solicitado que se realicen mejoras a la vialidad, pero no han recibido respuestas positivas.
“Se han pasado cartas y presentado proyectos, como en la alcaldía nos ignoran hemos ido hasta Caracas a solicitar que nos ayuden pero tampoco hemos recibido respuesta; la situación es cada vez peor y ahora con la llegada de las lluvias será más difícil”, resaltó la entrevistada.
Totalmente olvidados
Carlos Gómez, morador del lugar, indicó que “los camiones de aseo, los que reparten el gas y hasta los encargados de realizar jornadas se han olvidado de nosotros; se hacen los locos para subir y cuando les decimos algo su excusa es el mal estado de las calles”.
-En varias oportunidades nos ha tocado pagar para que se lleven la basura y hasta comprar una bombona de gas en 50 bolívares cuando lo normal sería 5 o 10; todo es por el difícil acceso a esta zona, la gente se aprovecha de eso para especular y a quienes vivimos aquí no nos queda otra que pagar”, señaló Gómez.
Sauce y Gómez coincidieron en indicar que fue a mediados de 2013 cuando se realizó el último Mercal en la zona, en esa oportunidad los residentes disfrutaron la adquisición de alimentos a bajos costo; desde entonces les toca bajar hasta San Pedro para disfrutar de estos servicios.
Cundidos de basura
Para las antiguas autoridades del ayuntamiento local la parroquia San Pedro sería modelo a seguir en el tema de salubridad, pero la realidad es que actualmente luce abarrotada de montículos de desechos que se apuestan por todos los recovecos de la localidad.
“Desde el año pasado no viene el camión del aseo con regularidad a llevarse la basura. Han quemado los desechos en reiteradas oportunidades, pero es peor la contaminación”, manifestó Leandro Vivas.
El vertedero que se ubica cerca del terminal de dicha comunidad guaicaipureña fue incinerado por los vecinos ya que para ellos esta es la solución más rápida para deshacerse de la enorme montaña donde pululan las moscas, por lo que una cortina de humo se avistaba desde varios metros de distancia.
Sin aceras
El sector en general no cuenta con aceras por donde los peatones puedan circular, en cambio deben hacerlo por la orilla de la vía corriendo el riesgo de ser arrollados por los vehículos y motos que transitan por la carretera.
Servicio de transporte
Varias unidades de transporte público cubren la ruta hacia Romerito, sin embargo algunos pasajeros se quejan del largo tiempo que deben esperar para utilizar una de ellas. “Si tenemos transporte, pero hay días que se tardan demasiado y uno debe subir a pie o pagar taxi para llegar a su casa”, expresó Mari Ramos.
La entrevistada también señaló que “las patrullas de los policías están viniendo semanalmente. De verdad ha mejorado mucho el patrullaje y uno como vecino se siente más seguro”.gf
Niños juegan en plena vía pública
Los niños y jóvenes de la comunidad no cuentan con áreas recreativas donde puedan recrearse durante los ratos libres, por lo que su lugar para mostrar su talento deportivo es la vía principal de la comunidad.
Otra opción es llegar hasta San Pedro, sin embargo muy pocos bajan; prefieren jugar en la calle y en canchas improvisadas. No cuentan con parques recreativos, razón por la cual los habitantes de Romerito solicitan la creación de algunas áreas donde los más pequeños puedan desarrollarse deportivamente.