AGENCIAS
El paro impide la llegada al estadio Arena Corinthians, donde el torneo se inaugura el próximo jueves
A cuatro días del comienzo del Mundial de Brasil aumenta el caos provocado por los paros de los movimientos populares, que preparan una huelga general antes de la inuguración del gran evento. Sao Paulo ha sido la ciudad más afectada esta semana por la huelga de transporte público. La estación de metro próxima al estadio Arena Corinthians, sede de seis partidos del torneo, seguía cerrada este sábado por la huelga parcial que afecta a la ciudada más poblada de Brasil desde el pasado jueves.
Los habitantes soportan situaciones cada vez más complicadas: muchos han tenido que dormir fuera de casa por falta de transporte, otros se han enfrentado a situaciones inusitadas en una ciudad cosmopolita, como ser amenazados por indios guaraníes con arco y flechas en pleno centro de la ciudad. Pintados para la guerra, los indios protestaban frente a la Asamblea Legislativa de Sao Paulo contra un proyecto de ley. Es uno de los numerosos grupos que estudian unirse para llamar la atención del mundo durante la Copa.
La Gran Sao Paulo, con veinte millones de habitantes, vive la peor pesadilla conforme se acerca el soñado Mundial. El pasado viernes por la noche en Sao Paulo se produjo un atasco de 251 kilómetros en plena hora punta. Las principales vías seguían colapsadas este sábado por la huelga de metro.
Durante una asamblea, el presidente del Sindicato de Trabajadores del Metro, Altino de Melo Prazeres amenazó con convocar una huelga general antes del Mundial. El secretario general del sindicato, Alex Fernandes, dijo que «irán hasta las últimas consecuencias». El metro de Sao Paulo transporta 4,5 millones de personas a diario.
Los empleados llevaban este sábado tres días de huelga sin perspectiva de negociación. Es el paro que más trastorno está causando a la población. El próximo 12 de junio, fecha prevista para el comienzo del Mundial en Sao Paulo, es fiesta nacional, por lo que es probable que el paro sea convocada un día antes. Una huelga que una a todos los movimientos —que ya colapsan las principales vías— y el transporte público —que impida llegar a los puestos de trabajo— llevaría a Sao Paulo al peor caos imaginable.
Los sindicalistas del metro están en conversaciones con líderes del Movimiento de Trabajadores sin Techo (MTST) y el Movimiento Pase Libre (MPL), las agrupaciones más activas en las protestas que estallaron el año pasado. El viernes también se reunieron con los dirigentes de las principales centrales sindicales del país.
Agencias
