Murieron uniformados. El hampa desbordada cobró en menos de 40 días la vida de tres uniformados que prestaban servicio para el mismo cuerpo policial municipal. Los tres hechos se produjeron en momentos aislados pero estuvieron relacionados por la forma en la sucedieron, “los funcionarios sucumbieron ante la delincuencia”, comentó una fuente cercana.
El primero de ellos fue José Fajardo de 48 años de edad quien fue sorprendido por un disparo certero en el cerebro el 31 de agosto a las 11:00 p.m., la víctima se encontraba patrullando el cuadrante que pertenece a san Pedro de Los Altos cuando encontró la muerte.
Su esposa, Irma Pacheco, afligida, informó que “tuvimos 5 hijos, como casados estuvimos más de 19 años juntos, quiero que se haga justicia, este caso no debe quedar como la mayoría en el país, confío en que tarde o temprano esta caso se esclarecerá”.
El 2 de octubre Edgar Ortíz padre de 4 hijos fue acribillado cuando regresaba de su trabajo, el ahora Supervisor –ascenso postmortem- tenía 11 años como funcionario de la Policía Municipal de Guaicaipuro, a la que ingresó el 16 de octubre de 2003, anteriormente había trabajado en la Policía del Municipio Plaza y había prestado servicios en la Guardia Nacional.
“Estaba destacado en el Terminal de Los Lagos, donde era bien apreciado por los transportistas y comerciantes quienes lo conocían y consideraban que era una persona dedicada a sus labores y efectiva en el cumplimiento del deber, lo que se evidencia en la gran cantidad de procedimientos practicados”, declaró el director de la policía municipal recientemente.
La mañana del 13 de octubre un día después de haber conmemorado otro aniversario de la resistencia Indígena y el día internacional en que se celebra la Reducción de Los Desastres, Rafael Leonardo Urbáez de 32 años de edad, padre de dos infantes fue asesinado de 7 balazos por la espalda cuando se encontraba revisando algunos detalles de su vehículo que había pintado recientemente en el mecánico.
Tenía 7 años de servicio en la policía de Guaicaipuro, pertenecía a la brigada de motorizados y la semana anterior había expuesto la tesis para próximamente graduarse como abogado. “Era muy querido y respetado por sus conocidos”, comentó uno de sus colegas funcionarios.
Alex Fuenmayor – [email protected] / @heyapplex
