Adquirir cauchos, lubricantes, aceite de motor y pastillas de frenos se ha convertido en la peor pesadilla de los choferes altomirandinos, quienes confiesan que les ha tocado anotarse en listas e incluso dormir en las afueras de los locales.
Transportistas deben “hacer de tripas corazón” para reparar sus unidades, pues ni la proveeduría del Gobierno ni los locales privados han podido solventar el problema de la escasez de repuestos.
Los profesionales del volante aseguran que deben recorrer en promedio seis establecimientos o amanecer y calarse tremendas colas para conseguir desde cauchos hasta una pastilla de freno, que es lo que más desgaste tiene en los vehículos.
En el caso de la proveeduría de repuestos, la cual fue inaugurada con “bombos y platillos” en mayo por el ministro de Transporte, Haiman El Troudi, en la actualidad sólo ofertan filtros de aceite y una que otra vez algunas baterías, pero deben pasar las de Caín para obtener una a “precio justo”.
Del resto, repuestos como cauchos y lubricantes brillan por su ausencia; se pudo conocer que no reciben mercancía desde hace 6 meses aproximadamente, lo que ha mantenido en vela a quienes ejercen este oficio.
En cuanto a los locales privados, los precios son muy elevados y de fabricación china, según los transportistas de mala calidad y se dañan en menos de tres meses. Los cauchos son unos de los repuestos más buscados. A criterio de los choferes las marcas como Good-year o Firestone han desaparecido y cuando llegan a los locales hay que hacer una “tremenda cola” o dormir a las afueras de los establecimientos.
Margarita Ruiz, encargada de una venta de repuestos ubicada en el centro de Los Teques, manifestó que tienen años que no reciben la visita de los proveedores, pues ya nada se produce en el país.
“Los que vendemos repuestos estamos como los buhoneros, vendemos lo que está de moda porque nada se consigue; ya no recibimos visitas de proveedores, por el contrario tenemos que trasladarnos hasta donde hay mercancía para tener qué ofrecerles a los compradores”, explicó.
Los transportistas cuentan que los cauchos de buena calidad les duraban hasta un año, cosa que no ocurre con los chinos que según ellos los deben cambiar cada tres meses. Conductores hacen un llamado al Gobierno para que les dé una ayuda y sincere la situación en la proveeduría, pues expresaron estar cansados de invertir más de lo que pueden en los repuestos para sus vehículos.
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