50 millones de rollos

Ni los 50 millones de rollos de papel higiénico son suficientes para limpiar la porquería esparcida por el vocero fundamental de Chávez y Maduro

Fortunato González

“Nicolás tuvo que salir a decir: Sí, ganamos por 260 mil votos. ¿Y si esa mierda no es cierto?” Mario Silva

Ni los 50 millones de rollos de papel higiénico son suficientes para limpiar la porquería esparcida por el vocero fundamental de Chávez y Maduro, quien puso en evidencia que Chávez promovía la enorme corrupción de su gobierno al colocar a corruptos en los cargos más generadores de recursos. Ahora la ignorancia sobre la ciencia del gobierno y la torpeza precipitan la crisis y la gente vive en carne propia las consecuencias del saqueo de los dineros públicos.

 

Tres voceros chavistas de altísimo nivel han revelado con señalamientos precisos la enorme corrupción bolivariana: Los ex magistrados Aponte Aponte y Luis Velásquez Alvaray que destaparon el pozo séptico del sistema de justicia, y ahora Mario Silva. Ninguna de las tres tiene desperdicio. Por supuesto que no se espera investigación alguna puesto que las acusaciones se refieren a todos los poderes públicos, y quienes deben investigar son los delincuentes.

 

Lo más grave de los señalamientos de Mario Silva es lo que María Corina Machado destaca: la traición a la patria, delito continuado en que incurrió Chávez y ahora Maduro al subordinar las grandes decisiones de Estado, incluido el nombramiento de la cúpula militar, al gobierno Cubano. Son Raúl Castro y su hermano Fidel quienes designan a los altos funcionarios del gobierno de Venezuela incluido al propio Nicolás Maduro, y son ellos los que definen las grandes políticas públicas, anteponiendo los intereses cubanos por sobre los del pueblo de Venezuela, obligado a soportar gobiernos surgidos de la manipulación del sistema electoral, y a vivir en una situación desesperante hasta para conseguir la harina de las arepas.

 

La tranquilidad y la prosperidad que promete la Constitución se ahogan en las largas colas de los abastos y supermercados para conseguir una pasta de dientes, un kilo de harina o un pollo, en las horas de oscuridad por las fallas del sistema eléctrico hasta hace poco dirigido por el hermanito Argenis Chávez, en las taquillas de los bancos para cobrar una miseria, en las puertas de las morgues en reclamo del cuerpo asesinado impunemente. Ahh…pero el petróleo fluye con seguridad hacia Cuba cuyos intereses están representados mejor que los de Venezuela en este gobierno que pregona como nadie el “ahora si tenemos Patria”, justamente el patrioterismo de los traidores.

 

El gobierno revolucionario lidia con mucho más que 50 millones de rollos…

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