
La mayor preocupación para el exprimer ministro italiano es el proceso Mediaset que llegará al Supremo en los próximos meses
ROMA. El exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi tiene previsto para hoydos nuevas citas con la Justicia, una sobre el recurso presentado por su imperio mediático, Fininvest, sobre el caso Mondadori y la audiencia preliminar sobre la supuesta compra de un senador para acabar con el Gobierno de Romano Prodi.
Mientras resuenan aún los ecos de la condena el pasado lunes a siete años de cárcel y la inhabilitación de por vida por abuso de poder y incitación a prostitución de menores por el caso «Ruby», los medios italianos destacan cómo Berlusconi no corre peligro alguno de ir a la cárcel, pero sí de que termine su carrera política.
Hoy el Tribunal Supremo analizará el recurso presentado por la familia Berlusconi después de que hace dos años el tribunal de Apelación de Milán corroborase la condena a Fininvest a pagar 560 millones de euros al grupo Cir por irregularidades en la compra de la casa editorial Mondadori.
Una cifra considerada «enorme» por la familia Berlusconi y que por el momento ha sido congelada a la espera de la decisión del Supremo, que podría llegar en las próximas semanas.
También se reúne un tribunal de Nápoles que en una audiencia preliminar tendrá que decidir si enviar a juicio a Berlusconi por el caso del supuesto pago al senador Sergio De Gregorio, para que pasase a su formación e hiciese caer en 2008 al Gobierno de su adversario Romano Prodi.
Los fiscales del caso también han pedido el enjuiciamiento de De Gregorio y del empresario Walter Lavitola, acusado de participar como mediador en el supuesto pago.
Según las investigaciones, existe el delito de corrupción ya que, entre otras cosas, el mismo senador aseguró que Belusconi le pago tres millones de euros para pasar de su partido Italia de los Valores al Pueblo de la Libertad (PDL).
Mientras que la sentencia definitiva por el caso Ruby es aún lejana, la mayor preocupación de Berlusconi es el proceso Mediaset que llegará al Supremo en los próximos meses.
El alto tribunal debe pronunciarse sobre la condena en apelación por fraude fiscal a cuatro años de reclusión y a cinco años de inhabilitación de cargos públicos, delitos que prescribirían en el tercer trimestre de 2014.
En el caso de que el Supremo ratifique la condena, según la ley vigente en Italia la pena de reclusión se rebajará a un año, pero sí se aplicará la inhabilitación y Berlusconi tendrá que renunciar a su actual escaño como senador y no podrá presentarse a las elecciones.
Agencias