La visita, entre otros cometidos, representa un reconocimiento al apoyo que la isla le brindó a Uruguay en el programa de salud ocular
MONTEVIDEO. El presidente uruguayo, José Mujica, un exguerrillero de 78 años, viajó este martes por la noche hacia Cuba, donde se prevé que mantenga un encuentro con el líder Fidel Castro y asista a las celebraciones por los 60 años del asalto al cuartel Moncada.
El viaje tiene una «importancia política evidente», aseguró el vicecanciller uruguayo Luis Porto.
«Es uno de los países hermanos del continente, por lo tanto es de una importancia efectivamente elevada», añadió, indicando que la visita abarcará temas diversos, dado que la relación entre los dos países «tiene elementos de ejercicios de derechos, elementos comerciales, elementos productivos y también elementos políticos».
Durante su visita, Mujica tiene previsto reunirse con el presidente Raúl Castro, pero también con el líder histórico de la revolución, Fidel Castro.
Mujica planteará temas bilaterales pero también de interés regional, indicó por su parte el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, en conferencia de prensa el martes.
De acuerdo con Cánepa, la visita, entre otros cometidos, representa un reconocimiento al apoyo que ese país le brindó a Uruguay en el programa de salud ocular «Operación Milagro», mediante el cual desde 2007 se han realizado 45.000 cirugías oculares, 30.000 de cataratas.
Una veintena de médicos cubanos trabaja en ese programa en Uruguay, al tiempo que entre 2005 y 2012 unos 400 uruguayos se graduaron como médicos en Cuba.
Visita política y emotiva
Aunque la agenda oficial aún no fue difundida, una fuente de la Presidencia indicó que la visita tiene un perfil marcadamente político y una importancia personal para Mujica, exguerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, guerrilla urbana de izquierda radical que combatió a fines de la década del 60 y fue derrotada militarmente en 1972.
La fuente añadió que el mandatario uruguayo -segundo presidente de izquierda en la historia del país- espera además revitalizar las relaciones entre los dos países, enfriadas luego que Mujica recibiera en setiembre de 2010, pocos meses después de asumir su mandato, a un grupo de disidentes cubanos que le pidieron ayuda en su exigencia de que el gobierno de Cuba respete los derechos humanos en la isla.
El episodio fue aplaudido por la oposición cubana en la isla, ya que fue la primera reunión de un presidente latinoamericano de izquierda con disidentes cubanos, pero provocó duras críticas del Partido Comunista Uruguayo. Mujica dijo entonces que se reunió con los disidentes por respeto a la oposición, que se lo solicitó, y ratificó su apoyo «a la revolución cubana en su lucha contra Estados Unidos».
En materia comercial, no se esperan grandes cambios. Cuba ocupó en 2012 la posición número 30 en destino de las exportaciones uruguayas. Ese año Uruguay exportó a la isla caribeña por valor de 42,4 millones de dólares, al tiempo que importó productos cubanos por 1,2 millones en 2012, según datos del instituto Uruguay XXI.
Mujica tenía previsto llegar a Cuba luego de visitar El Salvador pero el fin de semana suspendió la primera etapa de su viaje por recomendación médica.
En junio, Mujica realizó una extensa gira que lo llevó por China, España y Ciudad del Vaticano, y que culminó de manera anticipada antes de visitar Italia por «acumulación de cansancio».
El presidente uruguayo viajará acompañado de su esposa, la senadora Lucía Topolansky -también exguerrillera- y el canciller Luis Almagro.
Agencias