Ayer los trabajadores de las carnicerías y frigoríficos del Mercado Municipal El Paso trancaron en horas de la mañana la avenida Víctor Baptista en rechazo a las fiscalizaciones y ventas supervisadas que realizó el Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a Bienes y Servicios (Indepabis) en estos comercios.
El proceso de fiscalización se hace con el fin de garantizar que los rubros lleguen a un “precio justo” a todos los consumidores a nivel nacional, por lo que durante los recorridos verifican que las carnicerías y frigoríficos estén ofreciendo la carne de primera a precio regulado.
Sin embargo, son muchos los vendedores y dueños que aseguran que el Gobierno no les está subsidiando la carne de primera a precio regulado, por lo que deben ofrecerla al precio que ellos “consideran justo” para obtener ganancias.
Trabajadores del Indepabis obligaron a los carniceros del mercado municipal a vender el producto durante una venta supervisada en 18 bolívares el kilogramo, lo que desató la ira de los dueños y consumidores que allí se encontraban, según informaron algunos propietarios de los negocios implicados.
“A nosotros el Gobierno no nos está mandando carne regulada, por lo que debemos comprarla a 58 bolívares el kilogramo, entonces viene el Indepabis y nos obliga a venderla a 18. No es justo, porque si ellos exigen algo que cumplan con subsidiarnos la carne de primera porque sino salimos perdiendo nosotros que nos sentimos desprotegidos y de paso nos multan o cierran los negocios”, indicó uno de los trabajadores.
“Tres años y medio se tarda en levantar un toro para el matadero. Hay que gastar dinero para trasladarlo, para el pasto òptimo que comen, las vacunas que están a dólar libre y que por falta de divisas debes comprárselas a guerrilleros que te amenazan con matar a tus hijos. La carne no puede ser tan económica porque toda la materia prima que usa el ganado vacuno no está regulada, no puedes vender algo económico si el Gobierno no te da la facilidad para ello. El campesino es el peor pagado en el país y es el que más trabaja, pero ellos no ven ni entienden eso. La reparación de los refrigeradores cuando se dañan es carísima, el papel para envolver la carne y las bandejas son caras porque no tienen regulación, todo ese aparataje ha ido envolviendo a los carniceros y haciendo que vayan a la quiebra”, manifestó uno de los mayoristas de carne.
Hace más de dos semanas, según informan los dueños de las carnicerías, no les llega la carne regulada;muchos aseveran que se les ha vencido el permiso y no se los han renovado pese a que las autoridades conocen la situación.
Los consumidores permanecieron enardecidos por la situación que se presentó y expresaron que varias carnicerías han cerrado por las “fiscalizaciones injustas” que ha realizado el Indepabis en la ciudad capital mirandina.
“Esto es horrible, este Gobierno tiene todo dañado. Esas fiscalizaciones son mentira, yo no creo en eso porque a nosotros nadie nos protege, eso es falso. Los consumidores somos los que pagamos los platos rotos”, dijo Gloria Martínez, quien presenció todo el suceso.
Pese a que los comercios no fueron cerrados ni sancionados por los funcionarios del Indepabis, los dueños bajaron sus santamarías a manera de protesta luego que terminò la tranca.
“Los proveedores, mataderos y mayoristas no nos ofrecen la carne regulada y sabemos que muchos de ellos venden con sobreprecio pero el Gobierno tampoco nos da la carne. No nos cerraron los negocios porque el pueblo se alzó”, exclamó uno de los carniceros afectados.
En los avisos de las carnicerías se podían leer los precios en los que estaban ofreciendo los alimentos. La carne de primera que incluye pulpa negra, chocozuela, ganzo y muchacho redondo tenía un costo de 27, 89 bolívares, la de segunda donde entran el solomo, falda, pulpón y lagarto sin hueso 18,46 bolívares y la de tercera como hueso rojo y costilla 15,74 bolívares el kilogramo.
La punta trasera costaba 109 bolívares, el lomito 150 y el solomo cuerito 120 bolívares el kilo.gf
Ronald Gil – [email protected] / @thedaniels21
