Una estrella internacional, nieta de un príncipe árabe, dinero, Marbella… Sí, me refiero a Enrique Iglesias y a la nieta adolescente del príncipe Salman
RIAD, (Especial). La muchacha es una fanática del hijo de Isabel Preysler y se compró unas entradas maravillosas para verlo en el concierto en Marbella. Después del concierto la chica informó a su séquito de que le encantaría poder pasar por el camerino a pedirle un autógrafo y la gente que la acompaña así lo hizo. Llamaron a los responsables del evento o a la representante del cantante para hacer la petición. Hasta aquí todo normal. Ahora viene lo raro. Según me han contado les dijeron a la gente que acompaña a la princesa sultana Susu Abdullah que si quería un autógrafo de ‘Enriquito’ tendrían que pagar 10.000 euros. Claro, por muy millonarios que sean estos, el asunto les pareció una tomadura de pelo y se llevaron a la niña a casa con cara de pocos amigos.
Al día siguiente y como si de un guión de Disney se tratase, la representante de Iglesias llamó a la familia de la princesita y les dijeron que podía pasarse a tomarse un refresco por el hotel para conocer al cantante. Y así lo hicieron. Cogieron todos sus bártulos y la muchacha se pudo tomar su bebida con su ídolo y hacerse una foto con él. Y ahora digo yo: ¿qué pasó esa noche para que Enrique cambiara de opinión?.
Agencias