Más de 700 especies se han movido de su territorio de procedencia poniendo en peligro los ecosistemas locales donde se han asentado
Una pesadilla digna de guión de Hollywood está cada vez más cerca. Se trata de la invasión de insectos y, particularmente, hormigas, como por ejemplo la argentina, que ya han colonizado Europa. El problema puede llegar a ser mucho mayor de lo que se esperaba. Un grupo español de científicos ha descubierto que un número más grande de lo esperado de insectos se están enviado involuntariamente en todo el mundo y así lo han reflejado en un estudio publicado en «The Royal Society».
Los investigadores, además, advierten de que estas especes están estableciendo colonias en sus nuevos habitats que pueden incluso poner en peligro el ecosistema y la salud humana. Verónica Miravete, de la Universidad de Gerona, ha declarado que «debido a su pequeño tamaño, la mayoría de hormigas son transportadas involuntariamente en contenedores y otras cajas, junto con tierra, madera, plantas y frutas en barcos o aviones».
El equipo analizó las hormigas exóticas de Países Bajos, Estados Unidos y de Nueva Zelanda. Entre las especies analizadas se encuentran las «hormigas de fuego», que con sus dolorosas picaduras son uno de los ejemplares que más se ha expandido.
Por otra parte, se estima que 768 hormigas exóticas podrían haber sido introducidas en todo el mundo a través de rutas comerciales, y de estas, hasta 600 especies podrían haber establecido nuevas colonias. Según Miravete, hasta el 85% de las especies introducidas se pueden asentar con éxito».
Aunque no todos los animales representen una amenaza, algunos sí que pueden causar estragos como las hormigas invasoras argentinas, que han construido megacolonias y están acabando con las hormigas locales, a las que han movido fuera dle ecosistema.
En EE.UU. las hormigas Rasberry de América del Sur han provocado también conflictos como el establecimiento de insectos dentro de equipos eléctricos. El grupo de investigación ha declarado que aún queda mucho por hacer para detener la propagación de estas plagas porque «una vez que las hormigas exóticas se establecen en una nueva región es muy difícil erradicarlas». «Sobre todo, hay que observar las rutas de navegación de las regiones con la mayor probabilidad de conducir a las presentaciones».
