SAN FRANCISCO. Más de 3.400 bomberos retoman este lunes los trabajos para sofocar el incendio que ha devastado más de 58.000 hectáreas en el centro este de California y se ha extendido al Parque Nacional Yosemite, según informan las autoridades.
«Estamos haciendo buenos progresos», dijo Daniel Berland, portavoz del Departamento Forestal y Protección frente a Incendios de California.
«El incendio no ha crecido al ritmo que creció en días anteriores», añadió Berlant, según el diario The San Francisco Chronicle.
El incendio forestal ya se ha convertido en el décimo cuarto más extenso en la historia de ese Estado, y hasta anoche los bomberos sólo habían contenido el 7 por ciento de su perímetro, dijo a la televisión Vickie Wright, portavoz del Servicio Forestal de Estados Unidos.
En la región abundan las áreas de bosque inaccesibles y los bomberos trabajan con dificultades enormes en la excavación de zanjas, la retirada de ramas y follaje secos y la quema controlada de franjas para cercar el fuego.
La ciudad de San Francisco, unos 310 kilómetros al este de la zona incendiada, ha debido cerrar dos de sus tres plantas hidroeléctricas, cercanas al incendio y cuyos embalses suministran casi el 85 por ciento del agua para la urbe.
La tarea prioritaria, añadió la portavoz Wright, es impedir que el fuego se propague más en el interior del Yosemite y para la tarea los bomberos cuentan con el apoyo de varios aviones cisterna y helicópteros que transportan y vuelcan agua y químicos que retardan la combustión.
«El parque es un tesoro nacional», añadió. «No importa qué haya que hacer, haremos todo lo posible para proteger el parque».
Hasta ahora las llamas han consumido unas cinco hectáreas en la sección noroeste del parque, en una región a poco más de 300 kilómetros al este de San Francisco.
Agencias