“Llévense su precio justo”, “30 % de descuento” y “nos sumamos al plan Navidad Feliz del Gobierno” son algunas de las frases que se pueden leer en carteles colocados en diversos establecimientos ubicados en los centros comerciales La Cascada y La Casona.
El gesto no viene de la mano del espíritu bondadoso de la época decembrina sino de las inspecciones que se están realizando en los Altos Mirandinos, donde durante dos días han sido multadas diversas tiendas como la librería Las Novedades de La Cascada, cuyos dueños deberán cancelar 500 Unidades Tributarias (UT) por ausencia de precios y falta de documentación.
Aunque muchos estaban esperando la llegada de la comisión fiscalizadora, luego de ver lo ocurrido en tiendas como JVG, Traki, Tijerazo y más recientemente Clima Cool -donde obligaron a rebajar los precios en 50 %- varios han sido los comerciantes que han decidido “picar adelante” para evitar el mal rato y rebajaron por su cuenta.
Uno de los locales donde han tomado la decisión es la juguetería de La Cascada Hobby 2000, donde decidieron sumarse voluntariamente a las acciones gubernamentales ofreciendo a su clientela rebajas del 30 %, precios que han sido bien acogidos, lo que se evidencia en la cola que se mantiene en las afueras del local que exhibe otro cartel a través del cual informa que están suspendidas las compras corporativas para todas las empresas.
Persisten las colas
Aunque los anuncios gubernamentales suman más de dos semanas, las colas se mantienen intactas en las afueras de los locales, como se puede observar en JVG de La Cascada, aún custodiado por efectivos castrenses, donde diariamente acuden por grupos las personas anotadas en la lista -alcanzó los 10 mil clientes y no han atendido aún al número mil.
En Traki las compradoras se niegan a abandonar las instalaciones así pasen todo el día allí, como fue el caso de Lorena Azuaje, quien se “escapó” de su oficina durante la hora de almuerzo de este miércoles y terminó faltando al trabajo en la tarde.
“Como tengo confianza con mi jefa le dije que me quedaba el viernes hasta tarde, pero que me dejara faltar para entrar y ver si encuentro algunos jugueticos para mis chamos y ropa para mí. En ningún otro lado voy a encontrar pantalones en 80 bolívares”.
En Tijerazo se repite la situación. “Había bajado la cola porque están entrando grupos de hasta 30 personas y en promedio gastan media hora dentro de la tienda, pero otra vez creció. Eso es que se corre la voz y vienen”, dijo un trabajador que controlaba el ingreso de compradores, quienes pueden llevarse máximo tres prendas de ropa, igual número en hogar y lencería y hasta 10 artículos navideños, según anuncian en un precario cartelito hecho en una hoja blanca con letras de molde en marcador negro.
Ausentismo laboral
La locura por las rebajas se ha desatado en diversos rincones del país, donde han reportado que se han disparado los índices de ausentismo laboral. Los Altos Mirandinos no escapa a esta realidad.
“Yo metí un reposo de tres días para poder entrar a Traki y hacer mi mercado”, dijo una fémina que mantuvo en el anonimato su identidad para no ser descubierta por su jefe.
-Esto es un maratón. Primero para entrar; una vez adentro hay que estar cazando qué hay y buscar si hay un talla y después la cola para pagar; eso lo que da es ganas de llorar. De paso, el horario lo redujeron, antes estaban abiertos hasta las 8:00 p.m. y ahora hasta las 5:00 p.m. y queda la gente pagando y los trabajadores medio arreglando el desastre que dejan.
Otros más comedidos invierten sus días libres para acudir, como fue el caso de Kelly Rodríguez, quien durante su fin de semana libre estuvo en las afueras de JVG junto a su novio.
“Me ha tocado sacrificar las iditas a la playa los sábados y domingos para acampar en las afueras de la tienda y llevarme mi televisor. Gracias a Dios valió la pena la espera. Me tocó el número 658 en la cola de JVG y pude llevarme la mercancía a un precio acorde a la realidad”.
Johana Rodríguez – [email protected]/@michellejrl
