Rosario de problemas es lo que viven diariamente los habitantes del sector Los Totumos de la comunidad Guaremal, donde la maleza y la basura se han apoderado por completo de la vialidad principal.
La falta de desmalezamiento ha hecho que el monte haya obstaculizado las cunetas, por lo que cuando llueve el agua se reboza y la carretera principal se convierte “en un río”. “Las cunetas están tapadas de tanto monte, los de Corpomiranda y el Plan Caracas Bicentenario cortan monte en otros lugares, porque para acá no han llegado todavía”, manifestó Pedro Hernández.
Por su parte, los vertederos de basura hacen vida en sitios indebidos, ya que en una de las curvas prolongadas de la vía se encuentra un basurero donde se han ido acumulando varios escombros que no recoge el camión del aseo y que dificultan el tránsito vehicular, según informan los vecinos.
Algunas chatarras también han sido abandonadas en los hombrillos de la carretera, donde los choferes deben frenar para poder dejar pasar al vehículo que viene en sentido contrario. “Hace meses tiene un carro chatarra estacionado en la zona, no sabemos de quién es, pero representa un peligro y un problema para los que circulan por el lugar”, dijo Alejandra Oropeza.
Algunos derrumbes ocasionados por las resientes lluvias también han hecho de las suyas en la vialidad, ya que pese a las denuncias de los vecinos aún no han sido recogidos.
Ciertos postes eléctricos están guindando sobre la vía, poniendo en riesgo la vida de los conductores y transeúntes que pasa a diario por el sector. “Hay como tres postes que están a punto de desplomarse, lo que los sostiene son los mismos cables, pero nadie ha venido a corregir esto, quizá lo hagan cuando haya un muerto por esta causa”, expresó Oropeza.
Las aceras se ausentan por completo de la comunidad, por lo que los peatones deben trasladarse caminando por el asfalto con. “Es un peligro porque muchos niños y jóvenes se vienen caminando desde la escuela de La Laguna hasta acá y no tienen por donde caminar, porque el transporte tarda demasiado. Uno como madre vive en una sola preocupación que no los vayan a atropellar”, indicó Oropeza.
Ronald Gil- [email protected] / @thedaniels21