La defensa vehicular que se encuentra a la altura del kilómetro 26 de la carretera Panamericana se haya en mal estado, por lo que los conductores no cuentan con dicha protección a la hora de colearse o de sufrir algún accidente.
“Esa defensa está toda doblada y dañada desde hace años. Si un carro se llega a colear fácilmente puede venir a parar para acá abajo causando severos daños a las casas que hay aquí. Es un peligro que está latente, sólo rogamos que reparen esta situación lo más pronto posible”, manifestó una de las habitantes de la comunidad.
Por su parte, los peatones que circulan por el lugar ya sea para dirigirse a los talleres mecánicos de la zona, viviendas o al Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de Los Lagos no cuentan con caminerías ni aceras, por lo que deben caminar directamente por la Panamericana corriendo el riesgo de ser arrollados.
Unos estrechos caminos de tierra es por donde circulan los transeúntes, por lo que varios de ellos piden a gritos al menos aceras pequeñas.
“Hay que caminar por la orillita de la carretera, a veces uno trae niños y es un verdadero peligro llegar hasta el CDI. Los que habitan en este kilómetro deben hacerlo diariamente porque las camionetas no se paran aquí a dejar pasajeros”, indicó Doris Aldana.
Además de ello el sector carece también de alumbrado público, por lo que durante las horas nocturnas la zona es una boca de lobo según informan los trabajadores y habitantes.
Las cunetas que se apuestan en este tramo de la Panamericana permanecen obstaculizadas por el follaje que desde hace un año no es cortado y que ha ido creciendo por la acción de las lluvias, cuyas aguas se rebozan hacia la carpeta asfáltica por no poder circular por las canales.
Ronald Gil- [email protected] / @thedaniels21